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La razón de la sinrazón (2da parte)

Si no chocamos con la razón, nunca llegaremos a nada. Albert Einstein   La razón no me ha enseñado nada. Todo lo que yo sé me ha sido dado por el corazón. León Tolstói   (En la primera parte, el autor habló de la razón que hay en los actos cotidianos  y que ésta siempre asociada a la lógica y el orden, por lo que la sinrazón, es vinculada al caos y lo irracional, sin embargo, subraya, que la sinrazón no es la ausencia de razón, sino otra forma de racionalidad, más profunda y subjetiva).   La falta de compromiso y el mínimo sentido de servicio a la nación se han visto comprometidos en un país donde lo absurdo se vuelve cotidianeidad y vemos que el depositar cabezas y asesinados por doquier, forman parte de nuestra normalidad, entre otros muchos absurdos. El absurdo se utiliza en ocasiones como liberación de lo poético, lo rebelde, lo sublime. En un mundo obsesionado con la utilidad y la eficiencia, el absurdo se erige como un acto de resistencia, un recordatorio de que no todo puede —ni debe—ser explicado. Albert Camus, en El mito de Sísifo, afirmó que el reconocimiento del absurdo (el choque entre la búsqueda humana de significado y el silencio indiferente del universo) no debe llevar al suicidio, sino a la libertad. Si nada tiene sentido, entonces todo está permitido —no en el nihilismo destructivo, sino en la creación de valores propios—. El absurdo, así, se convierte en un grito de autonomía: “Imagino a Sísifo feliz”, escribe Camus, porque en su esfuerzo inútil hay una rebelión gozosa. Ahora bien, en estos nuevos tiempos mexicanos, existe alguien que esté obrando por una libertad consciente del México formado durante siglos de historia o simplemente se busca aplicar lo absurdo como un circo que entretiene a un pueblo que sabe leer y escribir, en su mayoría, pero que no está educado para cuestionar y formarse un criterio propio, siendo esto, lo más fácil para seguir manipulándolo. Cabe subrayar que esto no pertenece solamente al gobierno actual. Tiene sus orígenes desde el antiguo régimen priista que enseñó a leer y escribir pero fue quien nunca quiso realmente educar al pueblo. Lo absurdo, es que se haya votado por un gobierno donde la mayor parte formaron parte de ese viejo régimen y no sólo han seguido con esas viejas prácticas. Las han mejorado y superado en detrimento de la República. Este vacío político, porque no hay otra manera de llamarlo, ¿podrá convertirse en una ironía que en algún momento nos redima? Debido a que nos enfrentamos a lo radicalmente absurdo, hay momentos que sólo nos queda...la risa. Reírnos de nosotros mismo ha sido una terapia nacional. Los políticos sin oficio; los diputados sin conocimiento; los senadores sin vergüenza, y ahora los jueces que no saben que no saben. Deseo con toda mi alma que lo frágil de las nuevas narrativas dominantes se confronten, en un no muy lejano momento, contra su propia sinrazón y se descubran en su absurda desnudez. A veces, el absurdo no es un error (o es un error temporal), sino un puente. Comprender lo absurdo no es renunciar al pensamiento, sino expandirlo. Es admitir que hay zonas de la experiencia—el amor, el duelo, el éxtasis—que la razón no puede domesticar. Como escribió Franz Kafka: “No hay necesidad de que salgas de casa. Quédate en tu mesa y escucha. Ni siquiera escuches, espera. Ni siquiera esperes, quédate en silencio y a solas. El mundo se te ofrecerá para ser descubierto”. El absurdo, entonces, es un antídoto contra la arrogancia de creer que todo debe encajar. En su caos hay un tipo de orden secreto: el de las preguntas sin respuesta, los gestos inútiles y las obras que no se entienden... hasta que, de pronto, iluminan algo esencial. La razón de la sinrazón, al final, podría ser ásta: que sólo abrazando el absurdo retomamos el camino y nos hacemos plenamente humanos... y mexicanos. “El hombre absurdo es el que jamás cambia”, decía Gilbert Keith Chesterton. Pero quizás sea al revés: el absurdo nos cambia, nos agrieta, y por esas grietas... entra la luz.     Columnista: Antonio Peniche GarcíaImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0