Hoy conocemos un nuevo enfoque agrícola que busca mejorar la salud del suelo, la biodiversidad y la resiliencia de los ecosistemas agrícolas, en...
Vous n'êtes pas connecté
En un contexto global marcado por la urgencia climática y la necesidad de sistemas alimentarios más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, la biodiversidad y la conservación del suelo en condiciones óptimas, Nestlé culmina un nuevo paso en España: a partir de la cosecha de este mismo año 2025, la totalidad del cereal utilizado en la elaboración de sus papillas infantiles provendrá de campos cultivados con prácticas de agricultura regenerativa. Un logro que ha sido posible gracias a una alianza inédita entre la multinacional, los agricultores locales, ingenieros agrónomos, la empresa Emilio Esteban —con la que Nestlé lleva colaborando casi 30 años— y la asesoría de Fundación Global Nature. Este compromiso, que comenzó como un experimento piloto en 2021, se ha transformado en una iniciativa sólida con impacto real sobre el territorio y la cadena alimentaria, según informa Nestlé: «El proyecto arrancó en 2022 con el acompañamiento técnico de Fundación Global Nature, y en apenas tres años se ha implantado en 5.000 hectáreas de cultivo en Castilla y León y Navarra, involucrando a 26 agricultores. La compañía ha invertido ya 1,5 millones de euros en esta transformación y prevé alcanzar los 3 millones en 2027». «Nos abastecernos de materias primas locales para favorecer la sostenibilidad y reducir las emisiones, pero nuestro objetivo es además transformar los modelos, recuperar la calidad de las tierras y proteger el ecosistema agrícola que produce el grano», explicó Juan Borrell, director de Nutrición Infantil de Nestlé España, durante un encuentro demostrativo con prensa especializada en un campo de trigo en territorios de Villarmentero de Esgueva (Valladolid): «La alimentación infantil ha sido siempre el corazón de Nestlé desde 1867. Hoy ese compromiso se renueva con ciencia, sostenibilidad y respeto por la tierra; y podemos decir que lo hemos conseguido: nuestros cereales infantiles proceden ya en un 100% de agricultura regenerativa». El director de Comunicación y Relaciones Institucionales de la compañía, Alberto Vega, explicó este método, también a pie de campo, subrayando la importancia estratégica de este enfoque: «Ésta es una forma diferente de agricultura contada por los protagonistas, que son los agricultores y los técnicos [también estaban presentes en la jornada demostrativa en el trigal]. Se trata de poner a disposición del suelo aquello que necesitan las plantas en la justa medida, y dejar también que la naturaleza sea capaz de hacer su papel». Para Vega, la clave está en recuperar el suelo como sistema vivo que debe ser: «Ese suelo lo tenemos que restaurar. Tiene que volver a coger ese vigor y ser capaz de ser un elemento vivo que desarrolla biodiversidad, que acumula y proporciona los nutrientes que las plantas van a necesitar, que va a ser por consiguiente un suelo más fértil, un suelo que tiene más capacidad de retener agua... y que nos permita aportar menos insumos para conseguir una buena cosecha». «Este es un modelo circular —prosiguió–. Trabajamos con agricultores locales, producimos cerca, reducimos emisiones y regeneramos el suelo. No es una moda: es el camino que necesitamos para alimentar el futuro». Estamos hablando de una agricultura que no solo produce alimentos, sino que mejora el suelo, captura carbono y favorece la biodiversidad. «Es una revolución silenciosa que ocurre bajo nuestros pies», detalla Maite Llorens, ingeniera agrícola de Fundación Global Nature: «Trabajamos a nivel de parcela, pero también de paisaje. Mejoramos la microbiota del suelo porque no labramos. Favorecemos que los restos de cada cosecha se integren como nutrientes al terreno y eso permite que lombrices, insectos y otros organismos y microfauna clave para la estructura del suelo prosperen. Cada vez añadimos menos insumos y eso hace que los ecosistemas sean más estables más ecológicos y más saludables». La agricultura regenerativa se basa en principios y prácticas diseñadas para restaurar y fortalecer los sistemas agrícolas. En la práctica, esto significa cultivar sin arar la tierra (siembra directa), alternar cereales con leguminosas (rotación de cultivos), reducir fertilizantes químicos gracias a tecnologías de precisión, y mantener el suelo cubierto el mayor tiempo posible para favorecer la captura de carbono y la retención de humedad por el mulching (capa de restos de plantas y otros residuos orgánicos en descomposición y minerales que se acumulan sobre el suelo, lo acolchan y protegen del sol) , lo que permite evolucionar al terreno. «La clave está en el suelo», enfatizó Agustín Fuentes, ingeniero agrónomo de Nestlé: «Un suelo sano es capaz de retener más agua, producir más nutrientes y capturar más CO₂, lo que reduce las emisiones y mejora la resiliencia de los cultivos». El uso de herramientas de agricultura de precisión es central en este enfoque. Estaciones meteorológicas instaladas en cada explotación miden condiciones ambientales en tiempo real y alertan sobre riesgos de enfermedades. La teledetección mediante satélites o drones permite ajustar la cantidad de fertilizante en cada zona del campo, evitando el uso excesivo de insumos. «Gracias a la agricultura de precisión, hemos reducido entre un 30 y un 40 % el uso de fertilizantes nitrogenados, que representan hasta el 70 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en la agricultura de cereales», detalló Fuentes. Además, se están implantando técnicas como el intercropping: «Ponemos un cultivo entre el cultivo. Por ejemplo, sembramos trébol entre el trigo para fijar nitrógeno en el suelo y mantener cobertura vegetal». Las 5.000 hectáreas implicadas en este proyecto —que producen cerca de 20.000 toneladas de trigo, avena y cebada— emplean las citadas técnicas, pero también rotación con leguminosas que se emplean además como pienso para el ganado, siembra directa, bioestimulantes… «La ciencia y la tecnología juegan un papel esencial, ya que facilitan la adopción de estas prácticas, mejoran su eficacia y permiten adaptarlas a distintos contextos agrarios», añadió la especialista agroambiental Maite Llorens: «Las prácticas de agricultura regenerativa son clave para mejorar la calidad y salud del suelo, así como para optimizar la gestión de los recursos. Todo ello contribuye a una producción de cereales más eficiente y sostenible a largo plazo». Pero la tecnología se complementa con la experiencia de quienes conocen cada palmo de sus tierras. Estaban también presentes para relatar su experiencia, en unos campos de trigo de un verde tan intenso y especial que parecen de película. «Hace 20 años compré la primera máquina de siembra directa [un aparato que perfora el suelo e inyecta la semilla para esconderla de la vista de los pájaros y evitar que se llevada por el viento respetando tanto la separación entre planta y planta como la retícula de sembrado]; y todos me miraban raro. Hoy el 80% de los agricultores la tienen», relató Antonio Torres, uno de los agricultores participantes en el programa de Nestlé: «Nuestros abuelos hacían lo que podían con lo que tenían. Hoy no se trata de olvidar el pasado, sino de construir sobre él». El cambio ha sido posible gracias al compromiso de agricultores como él y Jorge Manso, quienes ofrecieron un testimonio directo del impacto que este modelo tiene sobre su día a día. Ambos representan la cuarta generación de agricultores en sus familias, y coinciden en que «la agricultura regenerativa no es solo una moda, sino una necesidad». «Antes, el que no araba era visto como un mal agricultor —explica Remas—; ahora sabemos que dejar los residuos del cultivo anterior y sembrar directamente sobre ellos es bueno para el suelo y para el clima. Conserva humedad, protege contra la erosión y mejora la fertilidad». La clave es el equilibrio. «Esto no es blanco o negro. Cada territorio necesita una solución diferente. Nestlé ha sabido escuchar nuestras necesidades y adaptar las prácticas», afirmaron ambos agricultores. Tras la cosecha, el cereal se traslada a la cercana harinera de los Esteban: «Somos una empresa familiar desde 1941. Empezamos a hablar de agricultura regenerativa hace cuatro años y ahora toda la cadena —agricultores, molineros, técnicos, Nestlé— está alineada. Lo que estamos haciendo va a beneficiar sobre todo a las generaciones futuras», explicó Pablo Esteban, responsable de Operaciones y Recursos Humanos. En esta harinera se aplican energías renovables: «El 100% de las harinas que producimos para alimentación infantil están hechas con energía verde. Y el 20% de nuestra electricidad proviene ya de autoconsumo solar —detalló—. No hay residuos: el salvado se destina a alimentación animal y muchas de nuestras harinas son integrales». El último eslabón del proceso es la fábrica de Nestlé en La Penilla de Cayón (Cantabria). Allí, las harinas se transforman en papillas bajo estrictos controles de calidad. Uno de los aspectos más transformadores del proyecto es la recuperación de biodiversidad. Se han sembrado bandas florales y barbechos con mezclas de especies para atraer aves fauna autóctona y polinizadores. «Un agricultor vino emocionado y me enseñó una foto: había encontrado huevos de avutarda en su parcela», relató la directora del proyecto Maite Llorens. «Estas aves esteparias están muy amenazadas. El hecho de que regresen demuestra que el cambio funciona». Además, se está promoviendo el turismo de naturaleza. «Hay quien viene a nuestras tierras solo a ver aves, o a disfrutar de los campos floridos y a fotografiar los paisajes regenerados. Esto fija población y da vida a las comarcas», añadió.
Hoy conocemos un nuevo enfoque agrícola que busca mejorar la salud del suelo, la biodiversidad y la resiliencia de los ecosistemas agrícolas, en...
España tiene en su clima y configuración los ingredientes naturales necesarios para el desarrollo agrovoltaico , práctica todavía en fase de...
Más de 150 comuneros de Cahuide unieron fuerzas en una significativa minga para acelerar la construcción de la qocha Las Eugenias, una laguna...
Las oportunidades de aprendizaje práctico se centran en la cadena de valor del café de especialidad The Specialty Coffee Association (SCA) se...
El primer café totalmente ecológico cultivado y comercializado en España se cultiva en La Palma, en Ecofinca NogalesUna hito que convierte a La...
El primer café totalmente ecológico cultivado y comercializado en España se cultiva en La Palma, en Ecofinca NogalesUna hito que convierte a La...
“Para producir es necesario pagar diferentes costos: las semillas, los fertilizantes, los salarios, fletes, seguros, etc. Una vez que se cosecha, se...
“Para producir es necesario pagar diferentes costos: las semillas, los fertilizantes, los salarios, fletes, seguros, etc. Una vez que se cosecha, se...
La delegada del Gobierno de España en Castilla-La Mancha , Milagros Tolón, ha inaugurado esta martes la Asamblea General de ASAJA Toledo , donde ha...
José Vicente Andreu ha sido reelegido como presidente de Asaja Alicante durante la 38º Asamblea General Ordinaria de esta organización agraria,...