Maroc - AVOZDELAREPUBLICA.ES - A La Une - 17/Jan 12:00

Generaciones TOP: memoria viva en la Modelo de Barcelona

Generaciones TOP: memoria viva en la Modelo de BarcelonaCarmen Barrios Corredera La exposición cuenta la historia del TOP, una instancia judicial especial que tenía la misión de reprimir las conductas que el régimen dictatorial consideraba delitos políticos y de garantizar la estabilidad del régimen franquista La exposición, organizada por la Associació Catalana de Persones ExPreses Polítiques del Franquisme, puede visitarse hasta el  31 de enero  La historia inmediata habla desde los pasillos de la Cárcel Modelo de Barcelona, hoy convertida en centro cultural y de memoria. Recorrer el recinto desde los portones y el patio de entrada –donde los familiares de los presos bien depositaban los paquetes para los internos a través de una ventanilla situada a la izquierda que daba a la estancia de paquetería, bien esperaban su turno para poder visitarlos– hasta llegar al panóptico central de distribución y vigilancia y enfrentar el camino por la cuarta galería –territorio de los presos políticos– es hoy un ejercicio necesario de Memoria Democrática. Cuando entré, acompañada de Carles Vallejo Calderón (presidente de la Associació Catalana de Persones ExPreses Polítiques del Franquisme) para ver con él la exposición Generaciones TOP, sentí la primera punzada de emoción y tristeza ante la señalización en el suelo del lugar en el que asesinaron con garrote vil al anarquista y luchador antifascista Salvador Puig Antich el 2 de marzo de 1974. La silla del garrote estaba situada en el recinto de paquetería. Ahora hay un hueco en el suelo cubierto por una fotografía de Puig Antich y unas flores con una banda con su nombre, para señalizar el lugar en el que se le ejecutó, cumpliendo la sentencia firme dictada por un tribunal militar. Vallejo me explicó que este recordatorio inicia el recorrido por esta prisión centenaria, que nunca fue modelo de nada, hasta que fue cerrada en 2017 y convertida en centro cultural y de memoria.Cuarta galeríaAhora, la cuarta galería alberga la exposición Generaciones TOP –organizada por la Associació Catalana de Persones ExPreses Polítiques del Franquisme– queconstituye un buen referente de entrada en este año 2025, en el que las personas demócratas conmemoramos que hace 50 años del fallecimiento del dictador fascista Francisco Franco, hecho que simboliza el paso hacia la democracia. Conviene resaltar que, si bien el dictador murió en la cama, no sucedió lo mismo con su régimen, que continuó tras su muerte. Esta exposición, que habla de las generaciones reprimidas por el TOP (Tribunal de Orden Público), muestra sin ambages que al régimen franquista lo derrotaron las miles y miles de personas comunes que nunca cedieron y se organizaron en movimientos políticos clandestinos desde el final de la guerra. El franquismo fue derrotado en las calles, en los tajos, en las universidades, en las movilizaciones vecinales por vidas dignas gracias a la presión política antifascista, sindical, vecinal y social organizada. La exposición se inauguró el 20 de noviembre de 2024 y se puede visitar hasta el 31 de enero de 2025. Tribunal de Orden Público La exposición cuenta la historia del TOP, una instancia judicial especial que tenía la misión de reprimir las conductas que el régimen dictatorial consideraba delitos políticos y de garantizar la estabilidad del régimen franquista. La muestra pone el foco en las víctimas de este miserable organismo judicial –llegó a dictar cinco penas de muerte–, que inicia su andadura represiva en 1963 y la finaliza en 1977, periodo en el que instruyó un total de 22.660 procesos judiciales sentenciando a 3.798 personas. Ha estado comisariada por los historiadores Carlota Vidal y Gerard Rodríguez y en ella se aborda de forma amplia lo que significó para las generaciones que sufrieron su azote y para el conjunto del país. Este tribunal estaba especializado en los delitos de carácter político, como asociación ilícita, reunión ilegal, propaganda ilegal, manifestación ilegal, desórdenes públicos, –que hasta su nacimiento eran objeto de la jurisdicción militar– y tenía su sede en la plaza de Las Salesas de Madrid, donde hoy habitan la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo. Cabe resaltar que los magistrados del TOP se acostaron tribunal represor franquista y se levantaron al día siguiente jueces de un Estado democrático en 1977, sin que se hiciera una reforma en profundidad de la Justicia y del acceso a la carrera judicial, hecho que hoy se ve con claridad que es un defecto de nuestra democracia y una carencia. De aquellos barros, estos lodos en los que hoy se enreda la justicia española, con algunos jueces que hacen “oposición” al legítimo gobierno de coalición votado en las urnas. El TOP se creó justo tras el asesinato de Julián Grimau en 1963 al ejecutarse la sentencia de fusilamiento dictada por la jurisdicción militar. Una de sus finalidades era lavar la cara del régimen franquista internacionalmente. Sin embargo, su cometido fue absolutamente represivo, trabajando codo con codo con la Brigada Político Social de la policía franquista y en la práctica complementaba y ampliaba la labor de la jurisdicción militar. De hecho, también asumió muchas de las funciones del Tribunal Especial para la represión de la Masonería y el Comunismo. Entre sus “hitos” destaca el famoso “Proceso 1001” contra 10 destacados miembros del clandestino sindicato Comisiones Obreras que tuvo lugar entre 1972 y 1973, que fue un escándalo internacional ya que se dictaron penas excesivas por constituir un sindicato de clase: 20 años a Marcelino Camacho y Eduardo Saborido; 19 años a Nicolás Sartorius y Francisco García Salve; 18 años a Fernando Soto y Juan Marcos Ruiz; 12 años a Francisco Acosta, Miguel Ángel Zamora, Pedro Santisteban y Luis Fernández. Pisar las calles nuevamente, de lo que fue la Modelo ensangrentada justo ahora, en tiempos en los que presenciamos con tristeza y preocupación cómo el PP y Vox llevan la estrategia de ensalzamiento y blanqueamiento del franquismo, ese podrido régimen, es un ejercicio de salud democrática. Las generaciones más jóvenes necesitan conocer en profundidad lo que fue el franquismo y lo que significaba para la mayoría social vivir bajo el yugo de una dictadura con absoluta falta de libertades de todo tipo y las generaciones adultas necesitan recordarlo y reflexionar sobre ello y sobre las carencias que arrastra nuestro país en memoria democrática, y que exposiciones como esta contribuyen a subsanar.RecorridoDesde el panóptico central, en el que un seat 600 señala el inicio de la muestra en la verja de entrada de la cuarta galería con un panel en el que se lee: “Generaciones TOP, resistir, protestar conquerir. Generaciones de mujeres y hombres, que a través de la resistencia cotidiana en contra de la dictadura de Franco, van a contribuir a la construcción de una alternativa democrática”, comienza un recorrido apasionante, emotivo y transgresor sobre el TOP, su significado represivo y las personas que lo enfrentaron. Carlos Vallejo me comentó mientras comenzábamos la visita que decidieron colocar un seat 600 porque era un símbolo generacional y a la vez una especie de caballo de troya del ejército obrero, ya que era el vehículo en el que se movían y transportaban la propaganda, proporcionando una autonomía muy necesaria. Una vez se traspasa la reja y se entra en la cuarta galería, la exposición está dividida en dos sectores. Las celdas de la derecha alojan toda la información relativa a explicar el TOP y su función represiva institucional. Las celdas de la izquierda, en cambio, alojan el variado crisol de colectivos a los que el TOP reprimía, desde miembros de partidos políticos y sindicatos clandestinos hasta colectivos feministas, de personas LGTBI o incluso de cristianos de base y curas obreros. Es de justicia reconocer el papel continuado de oposición organizada al régimen realizado por el PCE y por el PSUC, desde el final de la guerra hasta conseguir la democracia, por el sindicato CCOO desde mediados de los años sesenta, así como de organizaciones feministas como el MDM (Movimiento Democrático de Mujeres), que llegó a tener más de cinco mil afiliadas clandestinas a mediados de los años setenta. Sus miembros pagaron por esa resistencia un alto precio y fueron duramente reprimidos. 1.Inicio de la muestra; 2. Carles Vallejo, Antonia Jover e Isabel Alonso, miembros de la Associació Catalana de Personas Expresas Políticas del Franquisme; 3. Poema del militante comunista y poeta, Marcos Ana, considerado el preso político del régimen franquista que más tiempo pasó en prisión; 4. Cuarta galería de la prisión, que albergaba a los presos políticos; 4. Referencia a las cinco últimas ejecuciones del franquismo el 27 de septiembre de 1975; 6. Miembros de la Brigada Político Social condecorados; 7. Recordatorio a Salvador Puig Antich en el lugar donde estaba la silla donde fue ejecutado a garrote vil por el franquismo en 1974  “El 60% de los casos de los que se ocupó el TOP tienen que ver con la represión del movimiento obrero y se concentraron entre 1974 y 1976 y el historiador Javier Tébar pone de relieve que la mayoría de procesados juzgados por este tribunal lo fueron por su relación con Comisiones Obreras”, según expresa Carmen Molinero (profesora de Historia de la Universidad Autónoma de Madrid), comisaria de la exposición Para la Libertad. El proceso 1001 contra la clase trabajadora, 2023, en el catálogo que se editó; en segundo lugar, con la represión del movimiento estudiantil (aproximadamente un 22% de los juicios) y también del movimiento feminista y a las personas LGTBI. La historia se hace consciente en los ejemplos de detalles “legislativos” y profundamente antidemocrátios que se muestran como el Código Penal de 1944, que decía: “La mujer casada que cometa adulterio será castigada con la pena de prisión menor. El hombre solo será castigado en caso de que el adulterio ocurra en el domicilio conyugal”. Esta ley fue derogada, tras la aprobación de la Constitución de 1978 gracias a la presión en las calles de las mujeres feministas durante mediados de los años setenta, con manifestaciones masivas llenando plazas con camisetas en las que se podía leer el lema “Yo también soy adúltera”. O la Ley de Relaciones laborales de 1970, que decía que “el despido de la mujer será procedente si se casa, queda embarazada…”. La exposición no se deja nada en el tintero. Hay una celda dedicada a explicar las torturas, en la que hay testimonios grabados a hombres y mujeres en los que detallan su experiencia, entre los que está el testimonio de la sindicalista Cati Merino, de la luchadora del movimiento estudiantil y militante del PSUC y de CCOO Carlota Folgueras i Marsal o del propio Carles Vallejo, sindicalista de CCOO de la Seat. También fotografías de fichas policiales, como la de la luchadora de CCOO del textil Natividad Camacho. En otra sala están pegados en el suelo los retratos con sus nombres de los policías torturadores de la Brigada Político Social, de manera que se pueden pisar, “un gesto transgresor para hacer un poco de justicia poética”, me apunta Vallejo. Entre ellos los hay muy reconocibles, están Antonio González Pacheco, apodado “Billy el Niño”, o el bárbaro y sanguinario Roberto Conesa. Duele ver la cantidad de veces que fueron condecorados al más alto nivel por las instituciones del Estado, incluso ya en periodo democrático. También hay otra celda en la que se muestra una “vietnamita”, máquina de imprimir panfletos y hojas informativas que usaban los clandestinos para hacer oír su voz; otra en la que están representados los magistrados del TOP; otra en la que están los Ministros de Franco, etcétera. Pero sin duda, hay una sala que llama la atención sobremanera. En ella se ha recuperado una cabeza hiperrealista de Franco viejo y decrépito del artista Eugenio Merino, que ya estuvo metida en una nevera para mostrarla en ARCO. Para finalizar, señalar que la Associació Catalana de Persones ExPreses Polítiques del Franquisme (https://expresospoliticsdelfranquisme.com/) organiza la actividad de visitas guiadas y de lo que denominan “bibliotecas humanas”, personas de esta asociación que están presentes en la misma para hablar con los y las visitantes y contar su experiencia de viva voz. Recomiendo la visita a esta exposición porque es memoria viva de España. Me enorgullece que la presión social haya conseguido que la Cárcel Modelo de Barcelona sea convertida en Centro Cultural y de Memoria y que las instituciones municipales y autonómicas hayan escuchado y asumido su deber de reconocimiento a la memoria democrática, en aras de una convivencia sana. Vista desde los ojos de cualquier persona de Madrid que ame la democracia, esta recuperación de La Modelo causa alegría y también envidia sana. Las instituciones en Madrid hicieron caso omiso a las reivindicaciones continuadas para conservar la Cárcel de Carabanchel como centro de Memoria y la derruyeron. A día de hoy, los y las luchadoras por la democracia y contra el franquismo en Madrid siguen reclamando que el edificio que alojó la Dirección General de Seguridad de la Puerta del Sol, un centro de detenciones y torturas del franquismo –que hoy es la  sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid, sinceramente no entiendo cómo Ayuso y sus Consejeros pueden pasear por determinadas estancias sin sentir escalofríos, allí torturaron y asesinaron personas– sea declarado Centro de Memoria Democrática. (*) Texto y fotos: Carmen Barrios Corredera, escritora y fotoperiodista Fuente → mundoobrero.es La Voz de la República - Todas las Noticias RSS El Primer DNI Republicano