Maroc - AVOZDELAREPUBLICA.ES - A La Une - 21/Jan 08:00

Cuando los campesinos plantaron cara al franquismo

Cuando los campesinos plantaron cara al franquismo Sílvia Marimon Molas El dictador murió en la cama, pero en los campos y en las calles hacía tiempo que se sucedían las protestas Barcelona Este año el gobierno español celebra los "50 años de España en libertad ". Es decir, en el medio siglo de la muerte del dictador Francisco Franco . El dictador murió en cama, pero pese a la represión feroz siempre hubo quien le plantó cara. En los últimos años de la dictadura hubo violencia , hubo miedo y, sobre todo en Catalunya, hubo miles de ciudadanos que salieron a la calle defendiendo las libertades, el Estatut y justicia social. El ARA quiere recordar a todos aquellos que pertenecieron al movimiento antifranquista , y lo hace empezando por el campesinado. "En noviembre de 1976 se celebró en L'Espluga de Francolí el primer congreso de la Unió de Pagesos, después de dos años de su fundación clandestina, bajo el lema ¡Queremos vivir de la tierra! . Las autoridades franquistas dejaron que se hiciera porque no tenían miedo al campesinado. Creían que habían domesticado el campo completamente", explica el historiador Guillem Puig, que comisaría la exposición temporal Agricultores contra Franco , 1974-1979. La Unió de Pagesos y la construcción de la democracia , producida por el Memorial Democrático de la Generalitat, que puede verse hasta el 23 de febrero en el Museo de la Tierra de Espluga de Francolí. Se equivocaban. A principios de 1977, antes de las primeras elecciones democráticas tras la muerte de Franco , se organizó una de las movilizacion es campesinas más importantes de la historia. La prohibición para celebrar la asamblea de la Unión de Agricultores Ganaderos riojanos hizo saltar la chispa de un malestar que hacía tiempo que duraba. El 19 de febrero los tractores salieron a las carreteras riojanas y las protestas fueron extendiéndose. Al final estaban alrededor de 10.000 campesinos movilizados en Cataluña y 80.000 en el Estado. La imagen era impactante: más de 18.000 tractores cortando las carreteras catalanas. Una de sus consecuencias fue el aumento de afiliación. El 16 de abril de 1977, dos meses antes de las elecciones, se legalizó la Unió de Pagesos. La lucha de los campesinos contra Franco ha sido poco visibilizada. "Se les ha dejado de lado, porque son pocos si se compara con otros movimientos. A partir de los años 40 las zonas rurales fueron perdiendo población de forma escalonada y contundente. No eran tantos como los que formaban parte del movimiento obrero ni tampoco estaban cerca de los centros de poder ", señala Puig. Era más complicado organizar la lucha clandestina en el ámbito rural. "Estaban más desconectados. Los obreros tenían sitios comunes como la fábrica y los intelectuales tenían los centros culturales... En el caso de los campesinos, sobre todo en según qué territorios, después de la jornada de trabajo, los desplazamientos podían ser complejos. La logística era complicada", destaca Puig.Conservadores pero muy enfadados "Había miedo y los campesinos eran bastante conservadores. No había mucha cultura democrática. Los más jóvenes fuimos los que primero nos movilizamos y los mayores nos siguieron porque estaban muy quemados", explica Josep Maria Gasol Vallvé, de la Puebla de Mafumet. Miembro de la Unió de Pagesos, Gasol fue uno de los coordinadores de la tractorada de 1977 en el Tarragonès. "La cultura democrática la aprendimos en las asambleas, íbamos a reuniones en Barcelona para decidir qué haríamos al día siguiente. Aprendíamos todos los días, nadie nos enseñó", dice Gasol. En aquella época en los pueblos del Camp de Tarragona los campesinos se encontraban en los cafés del pueblo. "Trabajaban todo el día, y nosotros íbamos al café a explicarles qué era un sindicato, qué quería decir democracia ... Todo fue bastante espontáneo, porque todo el mundo estaba cabreado y cansado de tantas penurias económicas, y la cosa explotó ", añade Gasol. Los que estaban politizados eran minoría. "En el campo, la guerra y la posguerra fue durísima y había una amnesia colectiva. Política se hablaba muy poco. Yo estudiaba ingeniería agrónoma y en la Escuela Industrial de Barcelona descubrí todo un mundo y me lo hice. apunté enseguida", explica Josep Maria de Magrinyà, que también fue miembro fundador de la Unió de Pagesos. Magrinyà hacía de correo entre la universidad y el Camp de Tarragona. "Nos reuníamos en los sótanos de la iglesia de Sant Pere de Reus y en casa de un cura en Tarragona, y fuimos contactando con personas de cada pueblo. Convencer a la gente fue muy fácil", añade. En Tarragona estaba toda la tradición de las cooperativas agrícolas y muchos de los que habían vivido la Segunda República se unieron entusiasmados. "Habían añorado la Segunda República durante 40 años y todo aquello se les apareció por delante y se aferraron por completo. Muchos abuelos empezaron a contar cosas de las que no habían podido hablar durante décadas", dice Magrinyà. Tenían motivos para movilizarse. El franquismo optó por no realizar ninguna reforma agraria. "Se habla mucho de las migraciones del sur peninsular, pero desde los años 40 hubo grandes oleadas migratorias desde el campo catalán hasta las zonas urbanas", detalla Puig. En muchas campañas de los años 70 se repetía que sus hijos no podrían ser campesinos. Era un sector que sufría las inclemencias de las grandes transformaciones capitalistas de los años sesenta, la concentración de tierras y la desaparición de las pequeñas explotaciones que dejaron de ser rentables. En los setenta se formó una red oligopolista de empresas que presionaban a la baja los precios de la cosecha. Los pequeños propietarios debían pagar los mismos impuestos que los terratenientes y se les desprovisto de derechos básicos. Además, el aumento de los precios de la energía desde 1973 lo hacía todo más complicado. No existían política s públicas efectivas ni una legislación que limitara los monopolios. "Éramos valientes y bastante inconscientes, yo fui a ver al gobernador civil y le dije que haríamos la tractorada", afirma Magrinyà. Por su parte, Gasol, cuando los tractores estaban en la carretera nacional, en la Torre de los Escipiones, habló con un guardia civil . "Me dijo que qué queríamos, y le dije que vigilaran a los tractores para que nadie les hiciera ninguna gamberrada, que pusiera un guardia civil al principio y otro al final. Y me hizo caso, a mí, a un chico con greñas. Lo único que quería era que no cortáramos la carretera", recuerda Gasol. Al final muchos campesinos se unieron a esa tractorada con la esperanza de que las cosas cambiaran. "Incluso participaron alcaldes franquistas ", destaca Magrinyà. Fuente → es.ara.cat La Voz de la República - Todas las Noticias RSS El Primer DNI Republicano