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CRÍTICAS de ESTRENOS: NOSFERATU

CRÍTICAS de ESTRENOS: NOSFERATU"adaptación visualmente impactante y estilísticamente impecable del clásico de terror, pero carece de la fuerza narrativa y emocional necesaria para destacar entre los mejores trabajos del director"Escrito por: Carmen MonteroTítulo Original: NosferatuDuración: 132 minutosDirección: Robert EggersGuion: Robert Eggers. Libro: Bram StokerReparto: Lily-Rose Depp, Bill Skarsgård, Nicholas Hoult, Aaron Taylor-Johnson, Willem Dafoe, Emma Corrin, Simon McBurney, Ralph Ineson, Paul A Maynard, Stacy Thunes, Adéla Hesová, Milena Konstantinova, Gregory Gudgeon, Robert Russell, Curtis Matthew, Claudiu Trandafir, Georgina Bereghianu, Jordan Haj, Katerina Bila, Maria Ion, Tereza Duskova, Liana Navrot, Mihai VerbintschiFotografía: Jarin BlaschkeMúsica: Robin CarolanGénero: TerrorDistribuidora en Cines: Universal PicturesFecha de Estreno en Cines: 25 de Diciembre de 2024SINOPSISNOSFERATU, de Robert Eggers, es un cuento gótico en torno a la obsesión entre una atormentada joven y el aterrador vampiro enamorado de ella que deja un espantoso rastro a su paso.OPINIÓNEscrito por: Carmen MonteroBram Stoker publicó Drácula en 1897, una novela gótica que relata la historia de una joven y su encuentro con un vampiro centenario que se obsesiona con ella.En 1916, el artista y maestro de una logia ocultista, Albin Grau, se obsesionó con la novela y contactó con el director F.W. Murnau para llevar la historia al cine, adaptándola a las tendencias contemporáneas. Así nació no solo la primera película de terror y expresionista de la historia, sino también Nosferatu, una adaptación que, curiosamente, se realizó para evitar el pago de los derechos de Drácula a la viuda de Stoker.Décadas más tarde, un niño de diez años llamado Robert Eggers pide a sus padres alquilar esta película en un videoclub. Después de verla, su vida cambiaría para siempre. Tres décadas más tarde, Eggers, ya consagrado como un director de cine de terror tanto en Hollywood como en el cine de autor, finalmente logra realizar su propia versión de Nosferatu en 2024/2025. A pesar de haber rechazado previamente la oferta de hacer una adaptación por considerar que no era el momento adecuado, ahora, con más experiencia y tras haber demostrado su talento en películas como El Faro, Eggers ofrece una nueva visión del clásico.Este largo recorrido histórico, con sus versiones y mitos en torno a los íconos pop que son Drácula y Nosferatu, nos deja mucho que analizar.Antes de abordar las inevitables comparaciones con los emblemáticos filmes de Murnau, Werner Herzog y el Drácula de Coppola, quiero aclarar que intentaré evitar esas comparaciones, ya que la película de Eggers logra imprimir un sello único al mito. Además, considerando que Drácula es una de las novelas más adaptadas al cine de diversas formas, las comparaciones carecen de sentido, salvo en puntos concretos y pertinentes.Eggers ha mencionado que no visionó la obra de Coppola para evitar sentirse influenciado y para mantenerse fiel a su estilo expresionista, sexual y violento, el cual ha caracterizado sus películas anteriores, como El Faro. Y, en esta ocasión, su sello personal está presente en todo momento. Se trata de un nuevo tipo de expresionismo, con una dirección estilística impecable, sombras que no solo decoran, sino que guían al espectador a lo largo de la historia, y una gran rigurosidad histórica. La desaturación cromática de la película evoca tanto el blanco y negro de Nosferatu como la falsa noche americana, creando una atmósfera única.Sin embargo, la banda sonora no está a la altura de lo que la película podría haber logrado. Aunque entiendo que Eggers haya optado por una opción más sutil para evitar que la atmósfera se vuelva demasiado opresiva, la música resulta algo floja, sin un carisma que acompañe la intensidad visual y narrativa de la película.En cuanto al terror, a diferencia de trabajos previos como The Northman, en Nosferatu no encontramos sustos convencionales, ya que el terror gótico se basa en lo ontológico, en el miedo interno. Esta interpretación se traduce en el comportamiento de la protagonista, quien vive un terror que va más allá de lo sensual, abordando directamente lo sexual de una manera cruda. Eggers logra hacer de lo asqueroso algo profundo, sin caer en la simple grotesquez. El horror aquí se aleja de las historias tradicionales de fantasmas o romances oscuros, y nos presenta una reflexión sobre el terror intrínseco a la depresión femenina.Este tropo de terror, donde una mujer muestra el horror de la posesión y la desesperación, sigue siendo relevante y, con la interpretación de Lily-Rose Depp, realmente impacta. Su personaje de Ellen es una representación de la histeria pubertaria, de la sexualidad reprimida y de la negación de sí misma, manifestada de forma desgarradora. La película juega con el contraste entre lo mundano y lo fantástico, entre lo que se ve y lo que se siente, como la figura del Conde Orlok, que representa los deseos reprimidos, el sufrimiento silenciado por la sociedad. Los demás personajes, que no comprenden lo que Ellen sufre, la tildan de loca y atribuyen su malestar a una maldición o enfermedad.A pesar de que Eggers se sumerge en temas complejos y los simbolismos son coherentes, la película carece de algo esencial: alma. No sé si por restricciones comerciales o por una decisión personal, siento que Eggers no se arriesga tanto como en sus trabajos anteriores. El guion, con más personajes y una trama más compleja, lo limita en comparación con sus películas previas, que se caracterizaban por una narrativa más íntima y personal. En Nosferatu, aunque Lily-Rose Depp tiene espacio para brillar, el resto del reparto queda reducido a meras figuras sin mucho propósito narrativo, lo que hace que la película se sienta rígida y algo anquilosada.En resumen, Nosferatu es un homenaje visualmente impresionante, cargado de romanticismo sombrío, pero carece de la fuerza narrativa y emocional que habría sido necesaria para consolidarse entre los mejores trabajos de Eggers. Es un filme que se disfruta más por su estética que por su impacto global, dejando una sensación agridulce debido a la falta de habilidad del director para contar la historia, a pesar de haber aportado ideas interesantes y contemporáneas.