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La lucha sindical contra la dictadura

La lucha sindical contra la dictadura Andreu Mayayo "Es una tarea más ardua honrar el recuerdo de los seres anónimos que el de las personas famosas. La construcción histórica está consagrada a la memoria de aquellos que no tienen voz ".  Esta tesis de Walter Benjamin está esculpida en el filósofo marxista alemán de origen judío en Portbou, donde encontró la muerte huyendo de la barbarie y la persecución nazi en la noche del 25 al 26 de septiembre de 1940. Una noche sin amanecer, como el que sufrió el El 26 de enero de 1939, muchos lugareños, catalanes y españoles que tomaron el camino del exilio. Otros también deben estar en mente, se quedaron, aplaudieron al ejército de empleo y cambiaron, en tres y nada, la señal de sus tiendas. Como el de Portal de L'Angel Street, que bajó a los ciegos con el signo de "Llaminera Catalunya" y al día siguiente lo levantó con el de "Golosinas Españolas".   Me detengo por un momento en aquellos y aquellos que tuvieron que irse e hicieron cualquiera, para su contaminación en la resistencia antifascista, en los campos de concentración y exterminio nazis, recordando este año el 80 aniversario de su liberación. La mayoría eran unionistas de la CNT, la UGT y la Unión de Rabassaires, como el jugador de Manyà y Rugby del FC Barcelona Josep Miret Musté, líder de la UGT y el PSUC, el único consejero de Generalitat to the Dead Fields. O el camarero Joan Tarragó I Balcells, nombrado el 19 de julio de 1936 responsable de las milicias antifascistas de UGT en la ciudad de Tarragona y conocida por organizar una biblioteca clandestina con 200 libros en diferentes idiomas en Mauthausen, a medida que avanzaba, hace que el Dutchman, periodista y comunista, Nico Rost en el campo de Dachau. Me gusta pensar, como escritor Irene Vallejo, que la Unión Europea nació en estos clubes de lectura. Los unionistas, como las búsquedas de los maestros Josep M. Solé I Sabaté y Joan Villarroya, han sufrido, sufrieron la represión francoísta. Una represión que se expandió sistemáticamente a las organizaciones colectivas democráticas, y especialmente a las de una sindicato en la naturaleza para comenzar las mejores herramientas de capacitación y defensa para las clases populares. Gramsci, de la prisión, nos enseñe "que las ideas y la lucha no pueden vivir sin organización". Aún menos los sindicatos arraigados en los centros de trabajo. Sin embargo, la lucha sorda y constante de los trabajadores pronto comenzará a lo largo de la larga y oscura noche de la dictadura. Echemos un vistazo.Ondas al maquinista y manresa Entre los conflictos laborales que ocurren en los primeros años del régimen de Franco, la primera parada por razones políticas para el maquinista Terrestre y Marítima, en mayo de 1945, se destaca para celebrar la capitulación de Alemania. El 25 de enero de 1946, una de las primeras ataques generales que tuvo lugar bajo la España de Franco tuvo lugar en Manresa. El comienzo de esta huelga fue en la nueva fábrica, inaugurada por Alfonso XIII en 1926, propiedad de la familia Bertrand I Serra, una línea bien conocida de empresarios textiles. La mayoría de los 3.000 trabajadores eran mujeres, que eran las protagonistas de la protesta. A las precariosas condiciones de trabajo y los bajos salarios, se agregaron los cortes y las restricciones eléctricas que tenían paradas frecuentes en las fábricas y no se cargaron las horas no trabajadas. La protesta tuvo éxito, y luego un golpe en los brazos caídos para mejorar los salarios, alcanzando un aumento de 45 pesetas al mes. Sin embargo, cuando el viernes 25 cobraron la semana, se dieron cuenta de que no se les había pagado por el día correspondiente al 24 de enero. Debe recordarse que las tropas francoístas habían ingresado a Manresa ese mismo día en 1939. Por esta razón, cada 24 de enero, la Fiesta de la Liberación se celebró y fue un festivo festivo en la ciudad. Los trabajadores también afirmaron cobrar estas vacaciones. Cuando la compañía fue negada, comenzó la huelga. Esto continuó el sábado 26 y el lunes 28. Además, el lunes, la huelga se extendió a todas las fábricas de la ciudad. Ante la gravedad de la situación, se trasladaron a Manresa numerosas fuerzas de orden público procedentes de Barcelona. Pero las obreras y los obreros en huelga, dada su precaria situación, que llevaba años alargándose, no se dejaron intimidar y la huelga continuó hasta el jueves 31. El gobernador civil, Bartolomé Barba Hernández, se desplazó a Manresa para encabezar las negociaciones. Amenazó con una fuerte represión, al tiempo que se producían detenciones preventivas de antiguos líderes obreros que nada tenían que ver con la protesta. El mismo día hubo una manifestación de apoyo a la huelga, que se había extendido a otras industrias de la ciudad, que fue dispersada violentamente por la policía cuando llegó a la plaza Mayor. Finalmente, los trabajadores lograron no solo recolectar el día del 24, sino también un aumento de 75 pesetas al mes, así como mejoras en el racionamiento de productos esenciales. Sin embargo, después de algunas semanas, cuando todo estaba bien tranquilo y controlado por las autoridades, algunos trabajadores fueron despedidos como represalias. Un hilo de ataque documentado en Randa, con datos y todo tipo de detalles, gracias al diario del conflicto escrito, en catalán y con caligrafía impecable, por Laura Sanmiquel Codina, trabajadora administrativa de la nueva fábrica, que nos dejó en 2021 en el Edad de 97 años, y que hoy podemos consultar en el sitio web de la Modelica Association Memoria e Historia de Manresa.Huelga de tranvía contra una dictadura de clase Al año siguiente, en 1947, el general Franco visitó Manresa, fue a la fábrica de Nova y dejó en claro que las que hicieron que los de esa huelga no pudieran repetirse. Pero no solo se repitieron sino que incluso aumentaron. En marzo de 1951, en la calidez del boicot de los tranvías de Barcelona, ​​los "carriles sindicales" desbordaron la unión vertical, y una huelga contra la vida es secundada por decenas de miles de trabajadores en el cinturón industrial. Doce años después de la ocupación militar y tres años después del fin oficial del estado de guerra, las clases populares dirigidas por los trabajadores levantaron la cabeza y se establecieron. . Y, lo más importante, la recepción del aumento en el precio de los boletos de tranvía y la eliminación de las tarjetas de racionamiento. El contra -revolución francoísta fue una dictadura de clase. En Cataluña, la investigación del documento de Carme Molinero y Pere Ysàs con los signos de la reducción drástica de los salarios y las condiciones de trabajo. En España, Antonio Cazorla, de fuentes oficiales, ama a 200,000 personas que murieron de hambre durante el largo período de posguerra, con un epicentro conmovedor en el este de Andalucía, donde nacieron cuatro de los cinco protagonistas que luego Glosem. La represión política, la hambruna y la miseria estimularon la emigración de los años 1940 y 1950 en Cataluña. La mayoría de los migrantes no solo contribuyeron con el trabajo, sino también una cultura política y sindical bien marcada. En este sentido, los centros de trabajo serán el espacio donde los represalias, catalanes de origen y adopción, pastarán el nuevo catalanismo popular inclusivo y exigente, superando la segregación residencial. El apoyo político de los Estados Unidos, a cambio de renunciar a la soberanía nacional y espiritual del Vaticano, a cambio de los beneficios terrenales del catolicismo nacional, no fue suficiente para prevenir el fracaso de la Autarky a fines de la década de 1950. Era necesario implementar, sin anestesia, el plan de estabilización que expulsó al coro industrial europeo por un millón y medio de trabajadores y trabajadores y condujo al cambio de residencia a uno de cada cuatro españoles. En esta nueva y más grande ola migratoria, llegaron a Cataluña no solo a los trabajadores expulsados ​​por la mecanización de la actividad agrícola, sino también a muchos jóvenes con un comercio. En 1970, el 85% de los 30,000 trabajadores de los asientos no nacieron en Cataluña.Comisiones de trabajo y agricultores contra Franco El exilio y el sonido y la represión costosa de la dictadura habían llevado a la desaparición casi absoluta del anarco -sinndicalismo, el sindicalismo socialista y el rabino. Sin embargo, pronto los trabajadores más jóvenes, nacidos en el período de posguerra, crearon nuevos instrumentos de organización y lucha. Lo más significativo fue el movimiento sociopolítico de las comisiones de los trabajadores, legalizado por la Corte Suprema en 1967 después del éxito en su infiltración dentro de la Unión Vertical. Ese mismo año, la Comisión Nacional de Trabajadores de Cataluña participó activamente en los eventos del 11 de septiembre y se convertirá en el pajar de las movilizaciones y plataformas de la unidad, y especialmente en el marco de la Asamblea de Cataluña. El ejemplo de las comisiones de los trabajadores se reflejará en las comisiones del vecindario, los antecedentes de las asociaciones de vecindad que surgen en los vecindarios populares, con un papel destacado de las mujeres. Además, las comisiones campesinas, que se unirán en el nacimiento de la unión de los agricultores, de los cuales sus primeros 50 años de vida se celebraron con la inauguración de la exposición "agricultores contra Franco", promovidos por el monumento demócrata de Cataluña y se seleccionaron por el historiador Guillem Puig. Los índices de la migración campo-ciudad en Cataluña bajo el franquismo fueron los más elevados de Europa occidental. En veinte años, de 1950 a 1970, se perdieron 162.209 activos agrarios, que representaban una reducción porcentual de un tercio, hasta caer en un migrado 8% del total. Sin embargo, conviene subrayar su importancia cuantitativa y cualitativa en buena parte de las comarcas de Cataluña a finales del franquismo. En este sentido, la Unió de Pagesos fue fundamental en la extensión de la Assemblea de Catalunya y, posteriormente, en la articulación de las candidaturas independientes y progresistas en las primeras elecciones municipales, desarticulando el franquismo en los pueblos rurales. Los procesados ​​por el Tribunal de Orden Pública, que actuó en 1963-1977, muestran en gran medida la centralidad de los trabajadores del anti-francoismo catalán. La investigación de "gato superior" de la Fundación Cipriano García, dirigida por el profesor Javier Tébar, nos da un perfil de jóvenes jóvenes (pero también mujeres) jóvenes, solteros y trabajadores residentes en el área metropolitana de Barcelona y nacidos en partes igual a Cataluña y el resto del estado. Con respecto a la sindicato o la militancia política conocida, el 40% de los hombres y mujeres son comisiones de trabajadores. También vale la pena enfatizar el papel desempeñado por los oficiales de abogados laborales, con Josep Solé Barberà al timón, con 202 personas defendidas, que destacará el clasismo en los juicios de la cima, luchando con los trabajadores. El 24 de tener se cumplió el 48 aniversario de la matanza de Atocha, conmemorada en las actividades paralelas de la excelente exposición “Generaciones TOP” en la Modelo, organizada por la Asociación Catalana de Personas Ex-presas Políticas del Franquismo, presidida por Carles Vallejo, sindicalista de Comisiones Obreras de la SEAT, torturado en la jefatura de Via Layetana y exiliado en Italia a finales del franquismo. Golpea el desconocimiento de los trabajadores fallecidos por la Dictadura, como Antonio Ruíz Villalba debido a las heridas provocadas por la entrada de la policía a caballo en la SEAT, en octubre de 1971; central térmica de Sant Adrià del Besòs, en abril de 1973, o Roque Peralta por protestar contra la obligatoriedad de llevar corbata en la carpa de la Fiesta Mayor de Súria, en julio de 1977.Reclamar personas y organizaciones Golpe también el desconocimiento de las torturas recibidas, pocos días después de inaugurar su reinado Juan Carlos I, por el trabajador de la construcción de Santa Coloma de Gramanet Francisco Téllez, de las que tenemos documento fotográfico. Golpea la lucha de los trabajadores de Laforsa en Cornellà, en una huelga de más de 100 días, que empezó durante la agonía de Franco y arrastró a toda la comarca del Baix Llobregat a una huelga general. Golpea el desconocimiento de los curas obreros y de barrio y organizaciones católicas como la Juventud Obrera Cristiana (JOC), la Juventud Agraria Rural Católica (JARC) y la Acción Católica Obrera (ACO). O el desconocimiento sobre la Unión Sindical Obrera de Cataluña (USOC), creada en 1966, y sobre la reconstrucción de las históricas centrales UGT y CNT. Hay que reivindicar a todas aquellas personas y organizaciones que hicieron posible la mejora de las condiciones laborales y de vida y la conquista de las libertades, de las instituciones democráticas y del autogobierno de Cataluña. Presentamos, brevemente, la trayectoria de los protagonistas a quienes la Universidad de Barcelona rinde un homenaje más que merecido siguiendo la estela del acto organizado por la sección sindical de CCOO -de la que formo parte desde hace 36 años- en la facultad de Derecho dedicada a la represión del movimiento estudiantil de la generación TOP. Conviene recordar, asimismo, las reuniones entre Comisiones Obreras y el Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona (SDEUB) acto seguido de su constitución en la conocida como capuchinada, destacando que casi uno de cada cuatro procesados ​​por el TOP eran estudiantes universitarios y una cincuentena, miembros del SDEUB.López Bulla, Rueda, Zaguirre, Pep Riera i Maruja Ruiz En medio de una hegemonía de la figura de la víctima, enfatizaría que la mujer y los cuatro hombres que honramos no son víctimas sino luchadores y luchadores. Las personas que enfrentaron el régimen de Franco, que complicaron sus vidas, que participaron en la construcción del sindicalismo democrático al servicio de los trabajadores, de los agricultores. Y es en esta condición de combatientes para la democracia que fueron represaliadas por la dictadura. Nacido en Santa Fé de Granada, José Luís López Bulla , pasó su juventud en Requena, donde estudió la escuela secundaria. En 1965 llegó a Mataró y trabajó en el sector de las artes gráficas. Muy pronto comenzó a militares en el PSUC, promoviendo la organización de las comisiones de los trabajadores. En 1967 fue detenido y pasó un año y medio en la pena de Soria. En 1972, luego del arresto del coordinador estatal de comisiones de trabajadores (condenados por el proceso 1001), que llevó a Cipriano García (el sindicalista catalán, seguramente, más prominente bajo el régimen de Franco) para hacerse cargo de la gerencia estatal de Barcelona, López Bulla reemplazó a su maestro de la Unión al frente de la Comisión Nacional de Trabajadores de Cataluña (Conc). En 1976, el COMC eligió el Secretario General de IT, un puesto que ocupó hasta 1995. De 1999 a 2003 fue miembro del Parlamento sobre la Iniciativa de Cataluña Greens en el Parlamento de Cataluña. López Bulla es uno de los mejores conocedores del mundo laborista y autor de varios libros sobre un tema de la Unión, el último publicado en 2017 con Javier Tébar y titulado No tengáis miedo de lo nuevo. Trabajo y sindicato en el capitalismo globalizado -, així com d’un llibre de memòries publicat l’any 1997 amb el títol evocador  Cuando hice las maletas . Gran afeccionat a l’òpera, pel seu amic i escriptor Manuel Váquez Montalbán, López Bulla era l’enviat de Verdi a la terra. Hijo de una gran familia de trabajadores, Camilo Rueda Castillo nació en Castillo de Locubín, en la provincia de Jaén, y cuando era niño trabajó en el campo sin poder asistir a la escuela. En 1965 emigró a Santa Coloma de Gramenet. Trabajó en el departamento comercial de Comesa, una subsidiaria de Hispano Olivetti en Barcelona. En 1966 se convirtió en parte de la organización clandestina de la UGT y, al año siguiente, de la Federación Catalana del PSOE. En 1974 se unió al Comité Ejecutivo del Catalán UGT. En la noche del 30 de abril de 1975, fue herido por dos tiros en el abdomen por un compatriota mientras distribuía la propaganda el 1 de mayo. Operación de emergencia y luego cuatro veces más, en el Hospital Sant Pau, perdió un riñón, parte del hígado y el colon. Permaneció en el hospital durante cinco meses, detenido, Incommunicado y custodiado por la policía armada, hasta el 25 de septiembre, dos días antes de las últimas cinco ejecuciones del régimen de Franco. Con el restablecimiento de las libertades, Rueda fue elegido Secretario de la Federación de la Industria Catalana, miembro del Comité Confederado de UGT (1976-1978) y, en el campo político, miembro de la primera Comisión Ejecutiva del PSC (PSC -PSOE). Fue concejal de vivienda en el primer Consejo de la Ciudad Democrática (1979-1983) en Santa Coloma de Gramenet. Más tarde, trabajó en Ferrocarrils de la Generalitat, donde fue presidente del Comité de Negocios hasta su retiro. Nacido en Bacares en la sierra de Los Filabres de Almería e hijo de una familia campesina de izquierdas con un padre anarcosindicalista, republicano y cristiano, Manuel Zaguirre Cano llegó en 1952 con su familia a Barcelona. Crecido en el barrio de Artigues de Badalona, ​​junto a Sant Adrià del Besòs, estudió el bachillerato, aprendió el catalán y el oficio de su madre, restauradora de películas. Comenzó su militancia política en el PSUC, pero pronto la dejó al entrar a trabajar en el Banco Ibérico e integrarse en la también clandestina Unió Sindical Obrera de Catalunya, de la que sería el responsable de la Federación de banca. En 1969 fue el encargado de transformar el boletín del sindicato en la revista Catalunya Obrera con la leyenda “Por la organización de la clase obrera. Hacía una democracia socialista”. Zaguirre dejará al banco para dedicarse a la organización sindical clandestina. Entre 1969 y 1971, será el máximo responsable de la USO en Cataluña. En 1972 será detenido. Con la recuperación de las libertades, en julio de 1977, será elegido secretario general de la USO de España, cargo que ocupará durante 25 años, hasta 2002. En octubre del año anterior había sido elegido vicepresidente de la Confederación Mundial del Trabajo. De 2002 a 2010 presidirá el sindicato. En 2011 recibió la “Medalla de oro en el Mérito en el Trabajo”. En 2015 publicó el libro En Vueltas con solidaridad y Esperanza , que reúne 60 artículos de opinión. Ha presidido la ONG de Sotermun, dedicada a la solidaridad internacional y nació en la calidez de la Unión. Él milita al PSC y da gracias por tener el sindicalismo como la estrella polar de su vida.Un país de sindicatos más que de fiestas Mi maestro historiográfico, Josep Termes, a menudo me decían, la sentencia de que Cataluña era más un país de sindicatos que partidos políticos. Al extremo de que las partes eran a menudo los hijos de los sindicatos (como los comunistas catalanes son de la CNT) o, en algunas uniones históricas, los mismos sindicatos articulaban las demandas políticas (como la Unión de Rabassaires). De esta manera, dediqué mi disertación doctoral a la rica y exitosa tradición del sindicalismo y el cooperativismo agrícola en Cataluña. De hecho, la terminología sindical proviene de la Unión de la Unión de mediados de siglo en el siglo XV. Los agricultores catalanes no solo construyeron en Cataluña una poderosa unión democrática, unitaria e independiente, la Unión de Agricultores, sino también los principales promotores en 1977 por el coordinador de organizaciones de agricultores y ganaderos (CoAG). En esta tarea sindical jugó un papel fundamental el mataronense Josep Riera i Porta , hijo de una estirpe de campesinos y que tiene como continuadora a sus cinco hijos. Desde muy joven, Pep Riera se siente atraído por varios movimientos de agitación social y en 1965 se integra en el clandestino Frente Socialista Federal. Dos años después, coincidiendo con el 50 aniversario de la Revolución Rusa, es detenido con 11 activistas, entre otros su buen amigo José Luis López Bulla, por ocupar el salón de actos del Sindicato Vertical. En verano de 1973, al rescoldo de la Assemblea de Catalunya, va participado activamente en la constitución y organización de la Asamblea Democrática de Mataró. Pep Riera es el hombre del tractor y la tractorada. Labrador de día y sindicalista de noche. Nadie ha hecho más kilómetros, y con la furgoneta de ir al trozo, tejiendo el sindicato por todo el territorio. Entre 1976 y 2000 fue el coordinador general de la Unió de Pagesos. En 1983 volvería a ser detenido por su actividad sindical. En los últimos años ha destacado por su apoyo a las Candidaturas de Unidad Popular y su participación en la Assemblea Nacional Catalana. Hija de una familia de trabajadores, una afiliación anarco -syndicalista, que sufrió la represión física y económica, Maruja Ruiz Martos emigró en Barcelona en 1949 con su madre, siendo bienvenida en la barraca de la familia Medildea, también de Guadix. Años más tarde se casó con Nando Mededea, un trabajador de motor ibérico, con quien compartiría la militancia política en el PSUC. El activismo de Nando en Cc.oo y Maruja en el movimiento del vecindario se unió en 1976 en el conflicto motor ibérico. Ante el despido de 1.800 trabajadores, Maruja organizó la popular protesta con el cierre en la iglesia de Sant Andreu de Palomar. El líder del vecindario de Nou Barris y el principal organizador de luchas por la mejora de los servicios públicos e instalaciones, en 2011 rechazó la concesión de la Medalla de Honor del Ayuntamiento de Barcelona porque "proviene de un gobierno que está reduciendo todo por lo que he luchado y he luchado y. lucharé. Maruja Ruiz es una líder natural, un luchador incombustible, dotado de inteligencia envidiable y con los ojos más bellos, transparentes y empáticos de Nou Barris. En el libro que conmemora el 50 aniversario de la fundación de la PSUC, en 1986, escribe un artículo con un título luminoso, "Cuando miramos nos miramos", con la idea de hacer política con la gente, tocando su pies. La Universidad de Barcelona siempre ha tenido muy presente el sindicalismo creando espacios de colaboración en la preservación documental, la investigación, la formación y la transmisión de conocimiento. El Centro de Estudios Históricos Internacionales, creado por Jaume Vicens i Vives hace 75 años, en los años setenta, en plena clandestinidad y bajo la dirección del dr. Emili Giralt, tuvo cuidado de recoger, guardar y catalogar todo tipo de documentación (revistas, folletos, octavillas, carteles, pegatinas…) para poder hablar históricamente de aquellas personas anónimas a las que se refería Walter Benjamin. En la actualidad el CRAI del Pabellón de la República reúne un volumen considerable de documentación de carácter sindical de muchas empresas y asociaciones de vecinos. Asimismo, el CEHI, conjuntamente con la Fundación Cipriano García, publica, desde 2008, una revista académica ( Siglo XX. Revista catalán de Historia ) y participa en la formación de los dirigentes sindicales a partir de posgrados y otras jornadas de estudios . En la Sección de Historia Contemporánea y Mundo Actual, el profesor Jordi Ibarz lidera varias redes de estudio de los estibadores europeos y americanos y el profesor Javier Tébar lidera una red internacional sobre la democracia económica y la participación de los trabajadores en los consejos de administración empresas en los países del sur de Europa. En este sentido, la UB, como universidad pública, quiere seguir mirando al sindicalismo como un actor fundamental de nuestra sociedad democrática, siempre en construcción y, desgraciadamente, hoy en peligro.Plantar cara y tomar partido en tiempos oscurosVivimos tiempos oscuros, definidos por algunos como postdemocráticos y conceptualizados, por otros, de autoritarismo plutocrático. Todo hace pensar en un cambio de rasante histórico que deja atrás al menos el espíritu de 1945. En este sentido, quisiera concluir volviendo a los campos de concentración nazis. En los actos y manifiestos protagonizados por los supervivientes en ningún momento se presenta el imperativo categórico del “nunca más”. Los supervivientes subrayaban su identidad antifascista y evidenciaban su agradecimiento a los ejércitos aliados ya los combatientes que habían hecho posible la derrota del nazi-fascismo. El antifascismo como el ADN del difícil “nosotros” de los europeos, que nació del Manifiesto de Ventotene, en un islote repleto de cientos de antifascistas desterrados en 1941 cuando la sombra alargada y tenebrosa del Tercer Reich oscurecía todo lo continente europeo. La historia nos enseña que la humanidad no aprende de la historia. Quizás reconocimientos como este no son buenos para nosotros evitar la barbarie, la regresión de los derechos civiles y sociales o los problemas ambientales que surgen del capitalismo fósil y el cambio climático, pero seguramente nos enseñan cuál debería ser nuestro comportamiento. Necesitamos levantarnos, complicar la vida, tomar partido, construir organizaciones colectivas democráticas y encontrar los caminos de un mañana diferente y mejor, al igual que los sindicalistas que rendimos homenaje aquí. Esperamos ser dignos de su ejemplo. Que sea. Fuente → revistatreball.cat La Voz de la República - Todas las Noticias RSS El Primer DNI Republicano