Maroc - LA NUEVA ESPANA - Siglo XXI - 04/Aug 16:44

Lee en formato cómic cómo Alfonso Zapico cuenta el preocupante ascenso en Francia de la ultraderecha

El dibujante asturiano Alfonso Zapico (Blimea, 1981) es uno de esos casi 140.000 asturianos que viven en el extranjero. Reside en las proximidades de Angoulême, en Francia, donde da clase de Español y Artes Plásticas. Poco antes de la segunda vuelta de las elecciones legislativas de Francia -cuando la movilización de la izquierda y su alianza con el macronismo frenó una anunciada llegada al poder de la ultraderecha de Le Pen- Zapico veía tantos nubarrones en el horizonte político de un país clave para el futuro de Europa que se sentía en los prolegómenos de una guerra civil. Hoy, tras la victoria del Nuevo Frente Popular el pasado 7 de julio, está más optimista, aunque sigue percibiendo el cabreo de los muchos franceses vinculados al campo y sus ganas de votar como quien dispara, con ira, con el firme propósito de derribar el sistema. Son, estos franceses, los gemelos europeos de esta "white trash", los blancos estadounidenses castigados por la economía que están respaldando a Trump. Zapico escucha también cómo le dicen que no va con él, un apacible dibujante español, ese señalamiento y criminalización de los musulmanes franceses, pero siente que aunque ya no esté el primero en la lista del racismo, sigue estando en esa lista. En definitiva, concluye, está asistiendo a la caída de la idea de Francia, al desplome político y moral de la laica república que inventó la imbatible tríada de la libertad, la igualdad y fraternidad que hoy "se va al carajo". Y, además, cargando con una amarga e inexplicable sensación de inevitabilidad: parece ser el momento de unas ideas demasiado parecidas a las que, en los años 30 del pasado siglo XX, desembocaron en el desastre bélico.