Maroc - EXCELSIOR.COM.MX - A La Une - 01/Feb 07:57

El doctor Marshall

La loma de pitcheo era un laboratorio para Mike Marshall. Arriba de ella trazaba los lanzamientos que utilizaría con cada bateador y luego creaba una base de datos. Fue un adelantado a su época. En 1974 reportó tarde a los entrenamientos primaverales con los Dodgers debido a que obtuvo el título de la licenciatura en Educación Física. Marshall, de entonces 31 años, se convirtió en esa temporada en el primer relevista en ganar el Cy Young. Trabajó en 106 juegos, una marca vigente, al igual que los 13 juegos consecutivos en los que relevó. Tuvo 15 victorias y 21 salvamentos, con una efectividad de 2.42. Al relevista diestro, de largas patillas que se juntaban con su tupido bigote, no le gustaba firmar autógrafos, decía que los niños deberían de idolatrar a los maestros y no a un deportista. Poco antes de debutar en Grandes Ligas en 1967, presentaba un dolor en el hombro derecho. Un profesor de la Universidad de Michigan le recomendó grabarse con una cámara de alta velocidad y entonces descubrió que su mecánica para soltar la esférica era incorrecta. Mike Marshall fue firmado como parador en corto por Filis de Filadelfia. Una lesión lumbar crónica que le acompañaba desde su niñez, debido a un accidente automovilístico, le afectaba para fildear, entonces encontró un lugar como lanzador. Aunque su sueño siempre fue estudiar una carrera universitaria, tuvo que aceptar la propuesta para firmar como beisbolista profesional. Los 20 mil dólares que recibió como bono los utilizó en su preparación académica. La franqueza para opinar de sus compañeros, la frialdad con la prensa y los problemas contractuales con los directivos, provocaron que desfilara por nueve equipos en sus 14 años de carrera. Uno de sus excompañeros, Jim Bouton, escribió sobre Marshall en su famoso libro Ball Four: “Me temo que el problema de Mike es que es demasiado inteligente y ha recibido mucha educación”. Cuatro años después de ganar el Cy Young Mike Marshall concluyó el doctorado en fisiología del ejercicio. Ya en el retiro, siempre defendió sus investigaciones y aseguraba que un pitcher, con una mecánica ideal y con los ángulos correctos del brazo para lanzar la esférica, estaría libre de lesiones. Fue un crítico de los esquemas de trabajo de los equipos de Grandes Ligas y, aunque les escribió a cada uno de ellos en busca de un puesto como entrenador o asesor, nunca recibió alguna oferta. Mike Marshall, quien se dedicó a entrenar en universidades y luego abrió una academia para asesorar a jóvenes lanzadores, murió a los 78 años en 2021. Muy probablemente sus valiosas investigaciones podrían reducir el gran número de lesiones que se presentan en la actualidad. Columnista: Héctor LinaresImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0