Maroc - EXCELSIOR.COM.MX - A La Une - 05/Jan 10:31

Texto homenaje a Jon Fosse, Premio Nobel de Literatura 2023

He pensado en las cosas de mi vida, una vida más bien pequeña, sin ningún viaje importante, sin el avistamiento de nada sobrenatural, una vida básicamente de contemplación es la que he llevado, nada me importa demasiado, y todo pasa al mismo tiempo en ella, sí, todos los tiempos son uno, he comenzado a vivir el pasado al mismo tiempo que el presente y el futuro, pero sin mayores sobresaltos, es decir, que todo simplemente sucede y yo ya no siento demasiado, floto, la sensación que siempre me había aterrado, un espacio de zozobra y silencio, hay tanto silencio y oscuridad que escucho el sonido de mis tripas, el latido de mi corazón, la sangre hace ruido también, hay cuatro perros ladrando ahora adentro de mí, se ahogan un poco cuando ladran, me asomo a la ventana que lleva días cerrada, no encuentro la manija para abrirla, el clima sigue igual y se aparece el rostro de mi padre, que estuvo conmigo varios años caminando descalzo en la casa, con la boca muy abierta, con la panza al aire, gritando que dejáramos salir todo lo que había en el alma, y yo lo hice, dejé que los cuatro perros salieran a pasear por el mundo, dejé que olisquearan todo, se lo comieran todo, y cagaran en todas partes, dejé que las cosas fluyeran con el apetito de los perros, y yo los veía, me equivoqué, hice las cosas de forma misteriosa, primero porque no era yo, eran los perros, luego me di cuenta que ellos eran parecidos a mí, pero ya estaban hipnotizados contemplando el mar de una historia ajena, en un libro también escrito sin pausas largas como este texto, que repite palabras, que se escribe él solo, en un único momento, tiene un ritmo que asombra a los perros el libro, que siguen ladrando en un día interminable como éste, eso es lo que me ha dado mucho miedo últimamente: el día interminable, contemplo el jardín parada en la ventana y pienso que es posible desaparecer, es posible irse, alejarse de su propia vida y estar de pronto escuchando a esos cuatro perros, que ahora juegan en la arena, son extraños los perros sin pelo ahora en la arena, quisiera acurrucarme en el espacio peludo que ocupan, quisiera acostarme con la mirada roja de un conejo suave, pero no puedo, es extraña la vida, está completamente agujerada, pero eso en realidad no importa o parece no importar, yo camino por la playa y los perros aúllan, y pienso que pronto aparecerás con los ojos tensos, exorbitados de siempre y yo tendré fascinación, pero sobre todo miedo, miedo de volver a ser como había sido, esto parece una confesión y debe ser un homenaje que inspire “deseo”, nada se nubla cuando escribo “deseo”, ¿por qué me persiguen ahora los perros, por qué todo sucede al mismo tiempo?, mi amor es negro, alado y suave, se esconde debajo de las hojas, algunos días lo saco a pasear, pero hay que ponerle una correa, me gusta que tenga un moño rojo, no quiero que se escape o se pierda, por eso le aprieto bien el cuello. Columnista: Leda RendónImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0