Maroc - ELDIARIO.ES - Política - 26/Feb 21:56

La nube tóxica de Mazón sobrevuela el Congreso

El PP ha descubierto que la maldición de Mazón le perseguirá durante mucho tiempo sin que haya ninguna posibilidad de que la presión se vaya reduciendo. Crece el nerviosismo en el partido, que teme que sea un lastre que puede arrastrar a FeijóoEl sumario de la DANA muestra que la mayoría de las muertes sucedieron antes de la alerta: "Tenían que haber avisado" Sin una nueva ración de revelaciones de Aldama, haya o no pruebas que las respalden, el Partido Popular se sintió un poco impotente en la sesión de control del miércoles. Y esta vez las necesitaba de verdad. A lo largo de la jornada circulaba un espectro por encima de los escaños de la oposición. Alguien cuyo nombre no debe mencionarse. Carlos Mazón había propinado el último hachazo a su credibilidad con el anuncio de que no llegó a la reunión del Cecopi, el comité de emergencia, hasta las 20.28 en el día de la DANA. Eso desmentía sus declaraciones, directas o veladas, de los últimos cuatro meses. Una nube tóxica amenazaba al PP. El partido optó por mantenerse alejado de ella en la medida de lo posible. Alberto Núñez Feijóo había descubierto de repente que el lunes era muy importante dar una entrevista en Telecinco. Cualquier cosa antes que acompañar a Mazón a su desayuno informativo en el hotel Ritz. Para que no cantara demasiado, envió un pelotón de sus diputados encabezado por Miguel Tellado. La idea del PP es que Mazón contamine lo menos posible la figura de Feijóo, si eso es viable. Por eso, tomó todas las precauciones necesarias para no toparse con periodistas en el Congreso, no sea que le preguntaran por el innombrable. Fuentes del PP prefirieron negar la evidencia antes que tener que hablar de Mazón. “No hay novedades”, dijeron, mientras en la política valenciana no daban crédito ante el último giro de la trama adoptado por el presidente valenciano. Fue un 'plot twist' a la altura de Night Shyamalan. Siempre había dicho o sugerido que, después de su larga comida en El Ventorro y un breve paso por su despacho, había llegado al Cecopi a partir de las siete de la tarde o no mucho después. Su última versión, conocida el miércoles, es que apareció allí a las 20.28, es decir, 17 minutos después de que se lanzara la alerta para su distribución por todos los móviles de las zonas afectadas por la DANA. Mazón fue el que dijo el 9 de noviembre que se puso en marcha cuando comprobó que el peligro resultaba evidente: "Yo me incorporé personalmente cuando ya se vio que venía esa revolución hidrológica a partir de las siete”. La única forma que se le ha ocurrido de resolver la situación es decir que las ocho y media de la tarde es “después de las siete y media”. En el grupo parlamentario del PP, empieza a cundir el nerviosismo al ver que Mazón va por libre. Algunos creen que su acto del lunes fue un error. “El problema es él. No sé por qué se ha metido en esto ahora, tres meses después”, dice un diputado. Otros son aún más duros. Han contado a Europa Press que el partido ya ha asumido que Mazón está “amortizado” y “políticamente muerto”. Sólo queda saber cuándo Feijóo le enseñará la puerta de salida. Ven a Mazón como “un lastre que puede arrastrar a Feijóo”. El presidente del PP se ha visto afectado personalmente por este rastro de versiones diferentes. Un día después de la DANA, afirmó en su visita a Valencia que había estado en contacto permanente con Mazón: “El president de la Generalitat, desde el pasado lunes, me ha venido informando en tiempo real”. En la cita del Ritz, Mazón ofreció el listado de las llamadas que hizo ese martes con la hora y el destinatario. En ninguna de ellas aparecía Feijóo. Más madera que perjudica al líder del PP. En más de una ocasión, ha alegado que Mazón ha sido el único responsable político que ha dado explicaciones (la entonces vicepresidenta Teresa Ribera protagonizó una comparecencia específica sobre la crisis). No tiene tanto mérito si las explicaciones incluyen falsedades o no cuentan toda la verdad. Mazón charla con su vicepresidenta Susana Camarero en Valencia. Ahora que la jueza que investiga la tragedia cree que la alerta masiva fue “tardía” y adjuntaba un mensaje “erróneo”, Mazón ha decidido que necesita imperiosamente separarse del caótico proceso de deliberación del Cecopi y de la decisión de enviar el aviso. Prefiere que otros asuman la responsabilidad penal de los hechos sin importarle el descrédito personal que supondrá que se conozca que no se molestó en acudir al centro de operaciones hasta las 20.28. A estas alturas, es probable que le dé todo un poco igual, porque está más muerto que vivo. Todo, menos la posibilidad de acabar en la cárcel. En el hemiciclo no hubo muchas referencias a Mazón excepto una de pasada que hizo la vicepresidenta María Jesús Montero. Pedro Sánchez y los ministros estuvieron muy lentos de reflejos. En los pasillos, era difícil hablar de otra cosa. “Han pasado cuatro meses”, dijo Diana Morant, ministra y líder del PSOE valenciano. “Cada día cambian de versión. Es una huida hacia adelante. Quiere sostenerse a cualquier precio y quiere ante la jueza superar esas mentiras y versiones que ha ido dando”. El juego sucio queda reservado para el Senado. Con su mayoría absoluta, el PP ha puesto en marcha una comisión de investigación sobre la DANA y se opone a que se haga otra en el Congreso. Para comprobar las intenciones de sus promotores, sólo hay que ver que han convocado a Sánchez y a seis ministros, además de a responsables de la AEMET y la Confederación Hidrográfica del Júcar. No aparece ningún alto cargo del Gobierno valenciano, más allá de Mazón. Se han ocupado de dejar fuera a la exconsellera Salomé Pradas que dirigió la reunión del Cecopi y que, según lo que dice ahora Mazón, fue la responsable del envío de la alerta. Pradas fue destituida semanas después y tendría motivos de sobra para refutar en público la declaración de su antiguo jefe. Tampoco estará la periodista con la que Mazón tuvo una comida de tres horas cuando algunas poblaciones ya se estaban inundando. Por la tarde, los consejeros de Hacienda de gobiernos del PP montaron el pollo por todo lo alto en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera en la que se debatió la condonación de la deuda autonómica. Se daba por hecho que votarían en contra, pero había que crear un titular más potente con el que intentar disipar los malos vientos de Valencia. De ahí que decidieron boicotear el encuentro una hora después de que comenzara y antes de que se votara. A pesar de todos estos esfuerzos, es difícil tapar una nube tóxica de estas dimensiones. Mazón seguirá persiguiendo al PP como una maldición. Es de esperar que los ministros estén más atentos y no lo dejen pasar en sucesivas sesiones de control. El PP pensaba que no tenía más remedio que mantenerlo en el puesto a pesar del indudable coste político y confiar en que la presión se fuera diluyendo con la reconstrucción como asunto principal. Ahora ha comprobado que la contaminación es tan grave que ha llegado a la séptima planta del edificio de la calle Génova, esa en la que está el despacho de Feijóo.