Maroc - ABC.ES - Deportes - 01/Mar 17:13

Mujer al agua

« Que haya más mujeres navegando solo depende de nosotras ». Es una frase de Marina Bonet, regatista del Club Náutico Arenal que navega en la Liga Iberdrola de Vela Femenina. Sí y no. Sí, porque subirse a un barco para una regata social de crucero en nuestro club es relativamente fácil, ya que muchos armadores suelen necesitar completar tripulación. No, si estamos hablando de la vela profesional. La igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el mundo de la vela se debería medir en términos de acceso a los proyectos de vela profesional, y aquí suspende España y suspenden muchos países. La Liga Iberdrola de Vela Femenina es una gran iniciativa. Lo dicen los clubes implicados en este campeonato, que han visto cómo sus socias se han reenganchado a la vela, desde regatistas jóvenes de vela ligera hasta mujeres más maduras que reconectan con el deporte tras la maternidad. El efecto se percibe en la misma Liga Iberdrola, que año a año aumenta el número de equipos participantes, y también en otras disciplinas por el efecto llamada. Pero recuerdo una conversación con Natalia Vía-Dufresne , en la primera edición de esta iniciativa. A la doble medallista olímpica le divirtió mucho la experiencia, pero lo que ella reclamaba eran medidas para igualar oportunidades en la vela profesional. Es cierto que para acceder a estos proyectos uno de los primeros requisitos es la experiencia, y la Liga Iberdrola puede contribuir a sumar salidas, viradas y trasluchadas. Los galones, el demostrar la valía, es otro de los factores clave, pero para ello primero hay que poder navegar. Se trata de una cuestión compleja que afecta también a muchos otros deportes. ¿Cuál es la solución? ¿Cuotas en los proyectos de vela profesional? Regatas como The Ocean Race han sido pioneras en este sentido, y el Mundial de E1, el circuito de motonáutica eléctrica en el que Rafa Nadal tiene un equipo (muy competitivo, por cierto), ha apostado por la paridad: cada equipo tiene que estar formado obligatoriamente por un hombre y una mujer. No es descabellado, por tanto, extender la medida a otros proyectos profesionales. Quizá entonces tendremos que reformular la expresión de «¡Hombre al agua!» por otra más inclusiva, al referirnos a la maniobra de emergencia en caso de caída de una persona por la borda. Hablando de mujeres en nuestro deporte, estoy orgullosa de contribuir a darles visibilidad a través de estas páginas. En tres de mis cuatro números de ABC de la Náutica, 'La entrevista' ha estado dedicada a mujeres excepcionales. Para mujer excepcional, Maca… Hace unas semanas perdíamos a Macarena Láinez , una de las pioneras del periodismo náutico en este país y jefa de prensa de la Real Federación Española de Vela en el último ciclo. Más allá de su calidad profesional, era una de las compañeras más queridas de la profesión. Buena travesía, Maca. Ya te echamos de menos.