Piénselo, Trump es el protagonista de la política mundial desde hace una década. Incluso, durante la legislatura de Biden, él nunca abandonó la...
Vous n'êtes pas connecté
El presidente de Estados Unidos no pierde ocasión para recordar que la formalidad institucional es un trámite precindible. El episodio vivido esta semana en la recepción del presidente ucraniano, con el que mantuvo una agria y pública discusión y que terminó con Zelenski saliendo de la Casa Blanca con cajas destempladas, se suma a la larga lista de extravagancias que jalonan el inicio de su segundo mandato. La diplomacia consiste en ofrecer cauces y protocolos capaces, si no de limar diferencias, sí al menos de dar una apariencia de respeto. Al margen de la asimetría con que Trump favorece a Vladímir Putin, el agresor en este conflicto, y desprecia a los ucranianos, la puesta en escena de la Casa Blanca esconde otras connotaciones y parece confirmar una manera de hacer política iracunda y, por momentos, grotesca. Donald Trump se ha convertido en un hombre-espectáculo que por momentos se conduce de manera cómica, pero desde que está en el poder se manifiesta como un líder ajeno a las formas más elementales del decoro. El presidente estadounidense ha hecho de la agresividad discursiva un signo de identidad, y muchos de sus votantes no solo no censuran su falta de remilgos, sino que la celebran, pero incluso entre sus defensores comienzan a aparecer voces que cuestionan su histrionismo. Se escucharon cuando, hace unos días, colgó una simulación del futuro de Gaza en la que aparecía junto a Netanyahu en una piscina entre edificios de lujo y hoteles con su nombre. Completaban el dislate bailarinas y mujeres barbudas en una interpretación tan grosera como incalificable, tratándose de un conflicto en el que han muerto miles de personas. Algunas voces han querido ver en estos desmanes la estrategia de una persona que utiliza conscientemente sus salidas de tono como llamada de atención, acicate o ventaja negociadora. La lista de situaciones desconcertantes a las que hemos asistido desde que arrancó su segundo mandato permiten sospechar que esa impulsividad no responde más que a una falta de control de sus decisiones, de su discurso y, en general, de sí mismo. La 'teoría del loco', la conocida estrategia política que se ha adscrito a Trump, por la que alguien convence a sus adversarios de que es capaz de cualquier cosa para conseguir así mejores resultados, necesita en el fondo de un cálculo racional y una frialdad que en el Despacho Oval resultan cada vez más remotos. Donald Trump ha conseguido seducir a muchos ciudadanos descontentos con el sistema a partir de una política manifiestamente distinta a la anterior, que no se rige por las convenciones y que se distancia de las formas para llegar a ese votante que anhela alternativas. Sin embargo, el escenario más tranquilizador, por el que el presidente se saltaría todas las normas, llevado por una audaz y calculada táctica de disrupción, se desdibuja cada día. Toma fuerza otro contexto, en el que un hombre aparece dominado por sus pasiones y un impulso desbocado, inquietante en el hombre más poderoso del mundo. La excentricidad de Trump se enmarca en una manera de hacer política en la que participan Javier Milei o Elon Musk, tan performativa que a veces raya la comedia. Otros partidos de la derecha populista se están viendo arrastrados por una deriva que pone en cuestión muchos de sus propios principios conservadores. Es el caso de Vox, que aplaude unos espectáculos que contradicen muchas de sus propuestas políticas y su exigencia de respeto a las formas de la democracia. El alineamiento del partido de Santiago Abascal con este tipo de extravagancias compromete su imagen y lo sitúa en una órbita difícil de seguir para muchos de sus votantes.
Piénselo, Trump es el protagonista de la política mundial desde hace una década. Incluso, durante la legislatura de Biden, él nunca abandonó la...
AFPAmado por unos y odiado por otros, Donald Trump recurrió a su experiencia en los programas de telerrealidad para seducir a sus seguidores y...
El expresidente incide en sus acometidas contra el Gobierno mientras se confiesa incapaz de confrontar con Ayuso o Feijóo: "Al menos tienen una...
Es el hombre de la semana en Galicia. Representó a la Xunta en el Consejo de Política Fiscal y Financiera en el que, él incluido, los consejeros de...
El secretario de Estado, Marco Rubio, es uno de los primeros en dar señales de malestar dentro de la nueva Administración de Estados UnidosTrump...
Los gestos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no pasan desapercibidos porque, en el escaso tiempo que lleva en la Casa Blanca, se ha...
Brody forma parte de la organización que esta semana ha acusado a Biden, Blinken y Austin ante la Corte de La Haya por complicidad con crímenes de...
Pedro Sánchez reitera su compromiso de que España alcance el 2% del PIB en inversión militar y varios aliados en el Congreso matizan su oposición...
Rusia muestra el camino a Estados Unidos del retroceso en derechos sociales en nombre de la defensa de los valores tradicionalesCLAVES - Qué puede...
Los migrantes, en su mayoría cubanos, venezolanos y centroamericanos, han quedado varados en Tapachula, la mayor ciudad que recibe a migrantes ...