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CRÍTICAS de ESTRENOS: PARTHENOPE

CRÍTICAS de ESTRENOS: PARTHENOPE"una poética dedicación a Nápoles y a la fugaz juventud, que combina imágenes majestuosas con reflexiones existenciales, aunque en Cannes fue criticada por su aparente falta de narrativa sólida"Escrito por: Violetta EfimovaTítulo Original: ParthenopeDuración: 136 minutosDirección: Paolo SorrentinoGuion: Umberto Contarello, Paolo SorrentinoReparto: Celeste Dalla Porta, Gary Oldman, Stefania Sandrelli, Luisa Ranieri, Silvio Orlando, Isabella Ferrari, Giampiero De Concilio, Brando Improta, Silvia Degrandi, Peppe Lanzetta, Alfonso Santagata, Lorenzo Gleijeses, Dario Aita, Biagio Izzo, Nello Mascia, Alessandro CuccaFotografía: Daria D'AntonioGénero: DramaDistribuidora en Cines: BTEAM PicturesFecha de Estreno en Cines: 25 de Diciembre de 2024SINOPSISUna carta de amor a ese Nápoles que ríe, hechiza y enamora, que nos hace viajar por la vida de Parthenope (Celeste Dalla Porta) desde su nacimiento en los años 50 hasta hoy. Un cuento  que rebosa pasión y libertad y nos sumerge en los grandes amores y decisiones que todo lo cambian para siempre. La vida de esta mujer sin prejuicios y adelantada a su tiempo es un viaje bellísimo, caótico y fascinante mientras descubre y aprende el oficio de vivir, en un entorno tan puritano como opresor.OPINIÓNEscrito por: Violetta EfimovaLlega a las grandes pantallas Parthenope de Paolo Sorrentino, un hermoso cuento de hadas italiano con toques de temática antigua que, por alguna razón, dejó indiferentes a los críticos en Cannes. Al igual que en su oscarizada La gran belleza, el director explora el mundo interior de una persona particular cuyo drama personal parece desentonar por completo con el telón de fondo en el que se desarrolla: esos paisajes italianos tan majestuosos, pero tan desalmados e insatisfactorios. Sólo que, a diferencia de La gran belleza, Sorrentino no se centra en un escritor envejecido y desilusionado con la vida, sino en una joven llena de libertad interior que acaba de empezar su viaje y que, curiosamente, con el tiempo empieza a hacerse exactamente las mismas preguntas: ¿he vivido de verdad? ¿Y en qué estaba pensando?Parthenope, cuyo nombre da título a la película, es como una escultura magistral en sí misma, con una belleza que, como en cualquier museo, atrae las miradas de los transeúntes. En las leyendas del pasado, el nombre de Parthenope, una antigua ninfa griega, estaba asociado a la fundación de Nápoles, donde nace Parthenope de Sorrentino, y es muy simbólico que consiga llevarse lo mejor de su ciudad natal: la heroína de Celeste Della Porta es tan bella y majestuosa como siempre, y los hombres – al igual que los turistas que han pisado suelo italiano por primera vez – no dejan de mirarla con admiración.Hacer una película en la que el aspecto de la protagonista desempeña un papel mucho más importante en la sociedad que sus ambiciones profesionales o su mundo interior es un audaz atrevimiento en 2024, pero Sorrentino lo retuerce hábilmente enfrentando a Pertenope a personajes masculinos para los que su apariencia no tiene ninguna importancia. La propia heroína parece haberse acostumbrado tanto a las interminables miradas de admiración que ha dejado de fijarse en su propia belleza: su espontánea idea de convertirse en actriz es sustituida por una decisión igualmente espontánea de licenciarse en antropología, y la gente a su alrededor empieza a darse cuenta de que Partenope es una de las pocas chicas que nunca han utilizado su belleza en beneficio propio. La película abre un amplio panorama de la vida de su heroína, que, como en cualquier ciudad italiana más o menos dinámica, constantemente tiene una cosa detrás de otra, y Sorrentino parece convertirse él mismo en antropólogo, mirando a Partenope con microscopio y, como muchos otros personajes de la película, tratando de entender: ¿en qué está pensando?En Cannes, Parthenope no fue recibida con demasiada cordialidad, y a Sorrentino le acusaron de esconder una descarada falta de argumento bajo una bella imagen. La verdad es que el director parece buscar significados profundos y respuestas a varias preguntas complejas a la vez, pero el resultado es un embrollo, y esas mismas respuestas parecen estar y no estar simultáneamente – y, sin embargo, la película no trata de eso en absoluto. Parthenope es una tierna dedicatoria de Sorrentino a su amada Nápoles y al paso de un único momento de juventud, que la gente suele dedicar a filosofar sobre lo que en realidad no tiene tanta importancia. La película recorre más de 70 años de la vida de Parthenope, demostrando que todo no es más que una obra de teatro, y la actriz principal incluso hace una reverencia en una de las escenas finales. E incluso después, la heroína, atormentada durante tantos años por la misma pregunta de los que la rodean, se la hace a sí misma: ¿en qué estaba pensando todo este tiempo? La respuesta de Sorrentino parece sencilla: tal vez debería no haber pensado en nada en absoluto; al fin y al cabo, para eso te dieron la juventud.Puede que muchos no encuentren demasiado sentido en esta nueva obra del director, pero no pasa nada: Parthenope, con sus planos a cámara lenta, sus lujosos paisajes y su melodiosa música, recuerda a una versión alargada de ese anuncio típico de perfume tan caro, y uno no puede rechazar la idea de simplemente admirar Italia.