Maroc - AVOZDELAREPUBLICA.ES - A La Une - 13/Jul 12:00

No es concordia, es revisionismo franquista

No es concordia, es revisionismo franquista Moisés PérezEl presidente de la Generalitat Valenciana, el popular Carlos Mazón , se había manifestado hasta este jueves de forma inequívoca cada vez que se le ha preguntado por la dictadura franquista. Sin tapujos, el dirigente del PPCV había condenado el horror que significó el régimen antidemocrático del general Francisco Franco . Es más, Mazón proclamó su rechazo al asesinato por parte de «un fascista», empleando sus palabras, al joven independentista y antifascista Guillem Agulló . Lo hizo, además, en una entrevista concedida a TV3, algo no demasiado habitual en un dirigente del PPCV. Esta contundencia de Mazón por condenar el franquismo y los crímenes de aquellos que añoran sus tiempos de represión choca con el apoyo de su partido a la denominada como ley de Concordia y, de rebote, muestran la incompatibilidad de que era contar —lo escribo en pasado por la ruptura del gobierno del partido de Santiago Abascal —como socio gubernamental en la ultraderecha Vox. La proposición de ley presentada por populares y reaccionarios -aprobada este jueves en las Corts Valencianes- es un ejercicio de revisionismo franquista desde la mirada que promocionó la historiografía de la dictadura, una legislación que en su exposición de motivos juega a la equidistancia entre verdugos y victimarios, donde no hay referencia alguna a los orígenes de la Guerra Civil, es decir, al golpe de estado fascista que efectuó varios mandos militares. El preámbulo de la normativa está plagado de falsedades, de una narración que compra el material ideológico averiado que ha sido rechazado por la ciencia historiográfica en infinidad de ocasiones. La proposición de ley está trufada de un negacionismo científico que está amparado por la mentira. Se afirma que existe un debate aún por resolver sobre la Segunda República, la Guerra Civil y el franquismo cuando no hay más que consultar a cualquier historiador riguroso para comprobar el engaño de esta manifestación. La iniciativa, además, conjuga en un mismo paquete -para alteración nerviosa de cualquier historiador riguroso- un régimen democrático como la Segunda República, una guerra originada por el golpe de estado en la legalidad republicana y una dictadura que practicó el terror durante cuarenta años. De hecho, qué significa la formación de la gaviota y la extrema derecha con la afirmación de que no hay un debate cerrado desde la ciencia y la académica —un apunte que no resiste una máquina de la verdad historiográfica , insisto— —¿Sobre el franquismo? ¿Creen que no fue una dictadura? La proposición de ley aprobada es inquietante porque desprecia el camino recorrido con las legislaciones de memoria democrática para reconocer a las víctimas del franquismo. ¿Habría las mismas dudas con las leyes para reconocer a las víctimas del nazismo? La proposición de ley sostiene que «las nuevas generaciones, que no vivieron, ni siquiera remotamente, ninguno de los eventos del enfrentamiento que se produjo entre hermanos, ni de sus antecedentes o derivados, han recibido muchas veces una visión sesgada de ese conflicto, cuya única finalidad es alimentar una división partidista en la sociedad». ¿A qué se refieren con una visión sesgada? ¿Están retirando de la ecuación histórica el golpe de estado militar de unos mandos castrenses contra la legalidad democrática de la Segunda República? ¿Están dudando sin prueba científica alguna, ignorando el conjunto de los trabajos académicos rigurosos , los orígenes de la Guerra Civil? La legislación, incluso, se atreve en la exposición de motivos a expresar que la antigua ley de memoria democrática, impulsada por el Gobierno del Botánico, así como la legislación pionera en el Estado español del socialista José Luis Rodríguez Zapatero , «limita la libertad de cátedra y penaliza el trabajo de los historiadores si éste no se ajusta a la interpretación sectaria e interesada de los acontecimientos históricos que realizan determinados partidos políticos». ¿Se imaginan profesores que cuestionan la teoría de la evolución en nuestras aulas? Pues es eso lo que pretende amparar en la asignatura de Historia al PP y Vox para con la Segunda República, la Guerra Civil y el franquismo —por citar todo el paquete histórico como ellos. En Francia, a raíz de la amenaza entonces de una victoria de la extrema derecha, la líder de las juventudes del partido del presidente francés, el liberal Emmanuel Macron , afirmó que «no confundía a un adversario político», en referencia al Frente Popular de izquierdas, «con un enemigo de la República», en alusión a los reaccionarios de Reagrupament Nacional , herederos del colaboracionismo con la Francia ocupada por la Alemania nazi. Es la consecuencia de un centroderecha con memoria democrática. Fuente → eltemps.cat La Voz de la República - Todas las Noticias RSS El Primer DNI Republicano