X

Vous n'êtes pas connecté

Maroc Maroc - AVOZDELAREPUBLICA.ES - A La Une - Hier 09:00

Llamada al combate

Llamada al combate Hoy conmemoramos la proclamación de la Primera República (11 de febrero de 1873). Publicamos este artículo rescatado del olvido realizado por Manuel Azaña con la intención de recordar este día el 11 de febrero de 1930. Hace un balance de la dictadura de Primo de Rivera y Alfonso XIII. El espíritu del artículo es hacer un llamamiento para la proclamación de la Segunda República cosa que será realidad al cabo de un año y dos meses. Expresa cómo encarar esta nueva etapa y muy especialmente con que ánimo la gente republicana tiene que entenderse. (Alocución en el banquete republicano de 11 de febrero de 1930)Manuel Azaña (Futuro presidente de la República Española)Amigos y correligionarios:El Grupo de Acción Republicana delega en mí para llevar su voz en este acto. He aceptadola delegación, por lo mismo que el encargo es fácil y llano de cumplir, porque los sentimientos que nos animan y el propósito que nos reúne son tan patentes y claros, estamos tan unánimes, que se halla al alcance de cualquiera traducirlos en palabras que podáis acoger todos cordialmente, aunque diciéndolas yo estén mal dichas. Me congratulo, pues, en nombre de la Acción Republicana y con todos vosotros, del número y variedad de representaciones aquí presentes, que dan a este acto el carácter de fraternidad política que todos deseábamos darle. Siempre sería importante esta demostración. Lo es más en la situación actual y en los días críticos que comienzan, porque es un alarde de nuestra fuerza, una promesa de eficacia en nuestra acción y una respuesta satisfactoria a lo que espera de nosotros la opinión pública. La cooperación noses indispensable, con todas las salvedades que se quiera para la personalidad, la disciplina y el programa de los partidos. En política hay leyes rigurosas, como las de la física, que no pueden infringirse, o no se infringen impunemente. Y la opinión pública, que tiene puestos los ojos en los republicanos, lo primero que nos pide es cohesión y ejemplo de valor cívico. No podemos ni debemos limitarnos a contar para nuestra obra con los afiliados en nuestras organizaciones, con los militantes antiguos o modernos que están en los cuadros y en los censos de los partidos y secundan su acción. En torno nuestro, formándonos una atmósfera que necesitamos para respirar, existe una masa vastísima, quizá indecisa hasta ahora, quizá deshabituada de la actividad política, pero en el fondo republicanizada por la dictadura, que espera de nosotros, los militantes, y de nuestra obra, una guía y una salvaguardia, la justa reparación del derecho, la garantía de buen gobierno, la organización del Estado sobre bases de libertad y de respeto a la ciudadanía; en suma, la restauración de una España que a fuerza de hacer justicia y de hacerla por la fuerza cuando sea menester, se libre de la servidumbre en que yace.Se ha querido dar al país la impresión falaz de que esa restauración del derecho había comenzado con sólo caer del Gobierno el general Primo de Rivera. Es un engaño que estamos obligados a desenmascarar. Se ha producido un hecho nuevo: la confesión forzosa del fracaso de la dictadura, no ya su fracaso con respecto al bien del país, que estoera inevitable, previsto y conocido desde el primer día, sino su fracaso respecto de los mismos fines bastardos y antinacionales que vino a representar y a servir. De donde resulta que la monarquía, que no pudo gobernar con el atenuado régimen parlamentario que conocimos, tampoco puede gobernar ni sostenerse con la dictadura. Este es el hechonuevo, cuya importancia no necesito subrayar. Pero la cuestión principal no se ha resuelto. El problema sigue en pie. Los responsables no están encausados, la justicia no se ha hecho. La libertad sigue en secuestro. Y los remilgos, dudas y aplazamientos del Gobierno para devolver al país la libertad que le pertenece, y que el Gobierno retiene como si fuese patrimonio suyo del que puede disponer, descubren que el régimen ve tan claro como nosotros, pero quizá con menos regocijo, la alternativa en que está: o gobierna sin libertades, en contra de las libertades, despóticamente, o si restablece la libertad, da paso a la revolución.La dictadura se engendró en el desastre de Annual. Desde entonces hay planteada una acusación que recaía en personas determinadas, con nombres y apellidos, responsables directamente de los desastres de África. La opinión pública en pie, como nunca la habíamos visto en España, mantenía la acusación. Es justo decir, porque la verdad debe decirse siempre, caiga el que caiga, que algunas personas, muy señaladas en estos últimos tiempos por su oposición al dictador, hicieron cuanto estaba de su parte, en el Parlamento y en el Gobierno, por estorbar el paso a la justicia que demandaba la opinión. En estos seis años hemos visto escupir fieramente por el colmillo una materia corrosiva y antimonárquica a muchos que a fuerza de humildad y complacencia habían hecho todo lo posible por inculcar en las instituciones la convicción de que todo puede hacerse con impunidad, y ahora se aprestan a disolver sus rencores en el agua sedativa del constitucionalismo. Por ellos, nunca se habrían exigido las responsabilidades. Por ellos, la venida de la dictadura habría sido innecesaria. Pero la opinión era tan clamorosa, tan inminente el escándalo, las consecuencias tan graves, que se echó el telón. Lo echaron por orden telefónica. «Ya no es usted ministro de la Guerra», dijeron una noche desde Barcelona. Y cuarenta y ocho horas después, los embajadores de España en París, Roma y Londres iban a las cancillerías de los respectivos países a dejar una nota tranquilizadora. «En España —dijeron, como si lo supiesen de antemano— no ocurre nada. Es que han echado del Gobierno al señor García Prieto.» El cual señor García Prieto oyó aquellos días estas palabras de exculpación anticipada: «Te juro, Manolo, por la salud de mis hijos, que yo no sabía nada de esto». Al transcurrir los seis años que el señor García Prieto ha tenido para meditar sobre esas palabras, y al levantarse de nuevo el telón, vemos con asombro a la cabeza del Gobierno a uno de los hombres en quien recaía la acusación de 1923, para desviar la cual se trajo la dictadura, hombre a quien un tribunal condenó y Primo de Rivera amnistió, como a su vez él cubre ahora la retirada de Primo de Rivera, al amparo del silencio forzoso de la prensa, tratando de remendar la red protectora de los partidos dinásticos, que si han sido bien insultados por decreto, esperan lavarse de los insultos poniéndose heroicamente a recibir la lluvia de los favores ministeriales. Y como en ninguno de los dos casos se trata de un favor personal entre esos dos hombres, la significación del juego es que ambos han venido a dejar a salvo lo que está sobre ellos: en 1923, por las responsabilidades de África; en 1930, por aquéllas y por las de la dictadura. Esta es la significación verdadera del momento actual, y ella nos dicta claramente nuestra posición y nuestra conducta. Declara el Gobierno que viene a pacificar los espíritus. ¿Paz en los espíritus? No la queremos. Al contrario, queremos agitarlos y conturbarlos con el ansia de la justicia que se nos debe. El problema, no hay que olvidarlo, es de orden moral y de derecho público, afecta a nuestro íntimo ser de hombres y de ciudadanos. Dicen que la dictadura deja la Hacienda entrampada. Lo siento mucho; pero si dejase llenas de oro las arcas públicas, el problema sería el mismo. La dictadura se apunta como un suceso el haber empedrado unas carreteras; pero aunque hubiese dejado toda la Península flamante y remozada, su culpa no sería menor. Es falsa la posición de hacer el balance de la dictadura y echar la cuenta de los bienes y males que haya traído; es posición falsa, y es además una complicidad. Eso se queda para los pedantes que en 1923 creían que los problemas de Gobierno planteados en España podían resolverse por ocho brigadieres cuchicheando en torno de una mesa. No hay balance que valga. La acusación, íntegra, se mantiene en pie. En el proceso de descomposición del régimen, el año 1923 señala un momento decisivo. Es el momento en que el régimen, forzado a elegir entre someterse o tiranizar, eligió tiranizar, jugándose el todo por el todo. Pues bien, se lo jugó, y lo ha perdido. La dictadura ha destruido todos los soportes del régimen, sin acertar a construir otros. Ha destruido la disciplina militar y el respeto a los juramentos. Ha destruido los partidos monárquicos y la confianza en las promesas regias. Ha desquiciado la economía del país. Ha sembrado el rencor en todos los corazones. Ha desfalcado la riqueza pública, ostentando el fruto de sus concusiones con el insolente impudor de los advenedizos. Ha delinquido vulgarmente, ha calumniado, ha mentido bajamente. Ha perseguido a personas inocentes, ha quitado la vida a personas exculpadas por un tribunal. A toda esta masa de errores, de injusticias y delitos, que constituyen un explosivo formidable, debemos aplicar la mecha para que salte en mil pedazos aquello mismo en cuyo favor y defensa se hizo tanto mal. Que no se restaure nada. Debemos encararnos con el dictador y decirle: ¡general Primo de Rivera, gracias te sean dadas! A las destrucciones que has hecho y a la revolución que sin saberlo has comenzado, nosotros les pondremos el remate. El deber consiste en sacar las consecuencias irremisibles de esta situación. Para ello debemos contar con las izquierdas españolas todas, y nada más que con ellas, llamando izquierdas a los que sin ambages, remilgos ni distingos, ponen por base de la organización del Estado la forma republicana. Es vano pretender que la división de izquierdas y derechas desaparezca, como pretenden siempre los espiritas conservadores, y como repite ahora, entre otros, el señor Cambó, que de tan listo como dicen que es parece creer que todos los españoles somos tontos. Las clasificaciones políticas no son producto del capricho ni de la rutina. Surgen de los problemas planteados por la realidad, en torno de los cuales los hombres definen sus opiniones. Los que piensan como nosotros estaremos a un lado, irreductiblemente adverso a los que piensen de otro modo, cualquiera que sea el motivo que tengan para disentir de nuestra opinión. Llamarnos izquierdas o derechas, azules o blancos, importa poco. Y hemos de prometernos aquí todos no descansar hasta que se logre nuestra obra, de suerte que el 11 de febrero, fiesta conmemorativa en los años pasados, adquiera, sin perder nada de su significación piadosa y memorable, el valor de una promesa de realizaciones y de una llamada al combate. La política consiste en realizar. La política se parece al arte en ser creación. Una creación que se plasma en formas sacadas de nuestra inspiración, de nuestra sensibilidad, y logradas por nuestra energía. La política es, pues, confianza en el esfuerzo, optimismo. No hay política de hombres desengañados, de hombres tristes; no hay política de hombrescircunspectos, que no quieren arriesgarse a fracasar; no hay política de hombres fútiles; la política está reñida con el esnobismo. Nosotros hemos rebasado aquella etapa decadente del espirito español que contaba por meses y aun por días el tiempo que le faltaba para desaparecer. Desechamos la opresión del pasado y las añoranzas históricas. De frente a la realidad, por adversa que parezca, hemos de modelarla con nuestras propias manos. A esto nos llaman la vocación y el deber. Iremos todos los españoles que quieran igualar esta condición con la de hombres libres. Todos ellos, pero ninguno más. Los tímidos, los espectadores benévolos, no los queremos; que pierdan su rancia doncellez y vengan con nosotros, o se vayan para siempre con el enemigo. Cualquiera que sea nuestro oficio, cualquiera que sea la formación mental y moral que hayamos recibido, los que entremos en este combate debemos ir poseídos del magnífico, envidiable e incontrastablefanatismo por la idea. Debéis templaros en ese fanatismo. Cuando todo está dicho, explicado y probado, es hora de conducirse creyendo a cierra ojos que la idea nos dará laverdad social española. No temáis que os llamen sectarios. Yo lo soy. Tengo la soberbia de ser, a mi modo, ardientemente sectario, y en un país como éste, enseñado a huir de laverdad, a transigir con la injusticia, a refrenar el libre examen y a soportar la opresión, ¡qué mejor sectarismo que el de seguir la secta de la verdad, de la justicia y del progresosocial! Con este ánimo se trae la República, si queremos que nazca sana y vividera. La República no puede surgir como un mal menor, originado en la podredumbre y corrupción de un régimen, sino como criatura de nuestra energía, fecunda y activa, segura de sí misma. La República tendrá que combatir con una mano mientras edifica con la otra. Los tiempos serán entonces más difíciles que los actuales, porque habremos echado sobre nosotros la responsabilidad del porvenir de España. No nos bastará barrer de un escobazo el infecto clericalismo del Estado, ni acabar con la demagogia frailuna que a los liberales moderados de hace un siglo ya les parecía repugnante. Éstas son medidas policíacas que en una hora se conciben y se ejecutan en un día. No nos bastará concluir con el militarismo para que no vuelva a surgir en el pecho de ningún general la extraña iluminación de querer redimirnos a fuerza de buena voluntad. No nos bastará asegurar la libertad de conciencia y la libertad religiosa con todas las consecuencias que ello trae en la vida civil y pública. No nos bastará ofrecer a todos los pueblos hispánicos aquellos términos de concordia que subsanen, si es posible, las aberraciones opresoras de quienes identifican la patria con el símbolo religioso y el símbolo regio. Necesitaremos dilatar la República en el tiempo, propagándola en las generaciones que nos sucedan, para lo cual la escuela deberá ser nuestra; y necesitaremos arraigarla en las más profundas capas de la democracia, para lo cual deberemos demostrar con actos que la República es la condición inexcusable del progreso social. La República cobijará sin duda a todos los españoles; a todos les ofrecerájusticia y libertad; pero no será una monarquía sin rey: tendrá que ser una República republicana, pensada por los republicanos, gobernada y dirigida según la voluntad de losrepublicanos. A esta obra llamamos a todos los que piensan como nosotros, sean jóveneso viejos. Es vana en política esa distinción. En política, las gentes no se clasifican por edades, sino por opiniones. Hay viejos que son militantes gloriosos del republicanismo.Hay jóvenes que a título de modernidad remedan el pensamiento fascista. Nosotros queremos trabajar con nuestros iguales en ideas. Todos juntos acertaremos a darnos lo que más falta nos hace: una España libre, a la que podamos servir sin amargura. Fuente → memoriadelfuturo.eu La Voz de la República - Todas las Noticias RSS El Primer DNI Republicano

Articles similaires

Caixabank descarta seguir a Sabadell y no va a volver a Catalunya: "No vamos a mover la sede"

eldiario.es - 30/Jan 09:15

La entidad destaca su arraigo en València y, como accionista de Adeslas, se muestra "optimista" con la continuidad de Muface, "porque puede haber un...

Por la memoria de la represión franquista

avozdelarepublica.es - 11/Feb 08:41

Por la memoria de la represión franquista Isidor Boix    La “Comissió de la Dignitat” lleva desarrollando desde hace años una...

Adam Pearson, el actor con desfiguración facial que desafía las reglas de Hollywood: “El mundo está obsesionado con lo normal”

eldiario.es - 29/Jan 21:02

El actor, que sufre neurofibromatosis, es la revelación de 'A Different Man', la película por la que Sebastian Stan ganó el Globo de Oro y que...

Albares: "Hay una Internacional reaccionaria, claro que sí, que va en contra del interés de los europeos"

eldiario.es - 01/Feb 21:10

"Hasta la agresión rusa a Ucrania hemos vivido en un orden mundial que arranca con la caída del Muro. Eso está agotado porque hay potencias...

Málaga se suma en la calle a la protesta “por los derechos de los ciudadanos”

vivamalaga.net - 02/Feb 19:35

CCOO se ha concentrado, junto a la ciudadanía malagueña, frente a la sede del Partido Popular, en coordinación con las protestas celebradas por...

Las cárceles de mujeres en el franquismo: maltrato psicológico, adoctrinamiento religioso y "monjas muy cabronas"

avozdelarepublica.es - 02/Feb 10:00

Las cárceles de mujeres en el franquismo: maltrato psicológico, adoctrinamiento religioso y "monjas muy cabronas" / Víctor López  "A una...

Miquel Izard Llorens, in memoriam

avozdelarepublica.es - 02/Feb 13:30

Miquel Izard Llorens, in memoriam Tras escribir una tesis doctoral pionera que abrió nuevos horizontes a la historia obrera dentro del Estado...

Memoria de La Desbandá, que "no es derecha o izquierda, es democracia cobra fascimo"

vivamalaga.net - 06/Feb 14:34

El subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, ha puesto en valor la acción del Ejecutivo en la memoria democráctica durante el transcurso...

Memoria de La Desbandá, que "no es derecha o izquierda, es democracia contra fascimo"

vivamalaga.net - 06/Feb 14:34

El subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, ha puesto en valor la acción del Ejecutivo en la memoria democráctica durante el transcurso...

Quintela: “Axel y Cristina van a terminar acordando”

rosarinoticias.com - 07/Feb 16:19

 El gobernador Ricardo Quintela, se refirió a la situación actual del peronismo y recalcó que es esencial que recupere su rol histórico al poner...

Les derniers communiqués

  • Aucun élément